Los misteriosos túneles subterráneos de Puebla, durante mucho tiempo relegados al ámbito de la leyenda urbana, han emergido como testigos silenciosos de la tumultuosa historia de la ciudad. Según cuentan algunas historias, estos pasadizos jugaron un papel crucial en el enfrentamiento entre mexicanos y franceses, un capítulo icónico que marcó la Batalla de Puebla.
Fue en el año 2014 cuando, gracias a un accidente fortuito, estos túneles salieron a la luz, confirmando la veracidad de las antiguas narraciones. Desde entonces, una parte de esta red subterránea, que se estima alcanza los 10 kilómetros, ha sido abierta al público, revelando sus secretos y leyendas enterradas bajo la tierra poblana.
El acceso a este intrigante mundo subterráneo se encuentra en el Puente de Bubas, situado en el corazón de la ciudad. Desde allí, los visitantes pueden emprender un fascinante recorrido que abarca desde la zona de Analco hasta los Fuertes de Loreto y Guadalupe, pasando por el histórico Pasaje 5 de Mayo.
Este viaje a través del tiempo permite a los turistas explorar parte de la historia oculta de Puebla, desde su fundación hasta la intervención francesa. Se dice que estos túneles fueron utilizados como trincheras estratégicas durante la Batalla de Puebla, brindando a los soldados mexicanos una ventaja crucial sobre el ejército francés, considerado el más poderoso del mundo en ese entonces.
Además de su importancia histórica, los túneles de Puebla albergan un museo y una colección de objetos que fascinan a los visitantes. El recorrido, dividido en seis tramos, ofrece una experiencia inmersiva acompañada de música ambiente, transportando a los viajeros a través de los episodios más destacados de la batalla.
No obstante, se advierte a los visitantes que el espacio es reducido, frío y con poca visibilidad, por lo que se recomienda precaución. El acceso está disponible de martes a domingo, de 10:00 a.m. a 4:00 p.m., con tarifas accesibles que incluyen entrada gratuita los martes.