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El secreto de la siesta rápida para recuperar la energía

*los científicos del sueño están arrojando luz sobre los beneficios de este breve descanso y cómo su duración puede influir en la salud cognitiva.

La siesta, esa pausa diurna para descansar, tan arraigada en la cultura mexicana, ha sido objeto de diversos debates a lo largo de los años. Mientras algunos la consideran un hábito saludable, otros la asocian con la pereza. Ahora, los científicos del sueño están arrojando luz sobre los beneficios de este breve descanso y cómo su duración puede influir en la salud cognitiva.

Aunque en México la siesta es considerada una tradición «sagrada» para afrontar con energía las últimas horas de la tarde, su popularidad ha disminuido en áreas urbanas y en la sociedad moderna, en parte debido a cambios en los horarios laborales y presiones económicas.

Investigaciones científicas han oscilado entre argumentos a favor y en contra de la siesta. Mientras algunos estudios han demostrado que el descanso del mediodía beneficia el estado de ánimo y la cognición, otros lo han vinculado con problemas de salud, especialmente en personas mayores.

Investigaciones más recientes han aclarado que la duración y el tipo de siesta juegan un papel crucial en sus efectos sobre la salud cognitiva. Según expertos, lo ideal es dormir entre 20 y 30 minutos. Este corto período de sueño durante el día se ha asociado con mejoras significativas en la memoria, la velocidad de procesamiento de la información y la atención.

Michael Chee, investigador del Centro del Sueño y la Cognición de la Universidad Nacional de Singapur, señala que las siestas breves tienen beneficios cognitivos notables. Incluso si la siesta dura solo 10 minutos, puede proporcionar un impulso de energía y mejorar la atención. Si la siesta se extiende a unos 30 minutos, los beneficios cognitivos tienden a durar más tiempo.

Los expertos explican que la necesidad de dormir la siesta está regulada por dos procesos fisiológicos: la presión homeostática del sueño y los ritmos circadianos diarios. La genética también juega un papel importante, determinando si una persona tiende a dormir la siesta regularmente o no.

A pesar de los beneficios de las siestas cortas, las siestas más largas, que pueden incluir un sueño más profundo, se han asociado con ciertos problemas de salud. Un estudio realizado en 2023 reveló que las personas que dormían siestas de más de 30 minutos tenían un 23% más de probabilidades de ser obesas y presentar problemas como hipertensión y colesterol alto.

En resumen, la siesta, cuando se practica adecuadamente, puede ser una aliada para mejorar la salud cognitiva y el bienestar general. La clave está en la duración y en respetar los ritmos naturales del cuerpo. La siesta corta, entre 20 y 30 minutos, emerge como la opción más beneficiosa para mantener la energía y la concentración a lo largo del día. ¡Así que, adelante, tómese un breve descanso y disfrute de los beneficios de la siesta!

 

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