Por Ana Dora
El pasado jueves 02 de mayo de 2019, testificó ante el Tribunal del Centro de Justicia Penal, Salvador «N» hermano del ahora occiso. Al ingresar a la Sala se sentó rápidamente evitando en todo momento mirar al presunto culpable, Cayeyo.
Al iniciar el interrogatorio por parte de la Fiscalía, Salvador hermano de la víctima, no lograba pronunciar palabra, estaba a punto de quebrarse en llanto al recordar a su hermano. En la Sala se percibía un ambiente de tristeza.
Salvador permaneció callado por un par de segundos, tratando de contener el llanto, con mirada perdida, parecía estar sumergido en recuerdos de su hermano, tantos años juntos, tantas vivencias y locuras que los hermanos suelen hacer, esa camaradería y la complicidad fraternal, segundos eternos hasta que el Juez interrumpió y le dijo: – Salvador, ¿crees poder continuar con el interrogatorio? -Sí- respondió con voz entre cortada.
El abogado de la Fiscalía le preguntó: -¿Por qué está aquí?-
Salvador: Por el homicidio de mi hermano, porque yo presenté la denuncia y me entrevisté con los ministeriales.
¿Cómo era Eugenio? preguntó el Fiscal. Salvador respondió con voz medio cortada: «Era jovial, emprendedor, excelente hermano, se encargaba de mis padres porque yo vivía fuera de San Luis». Fue entonces cuando ya no pudo más y empezó a llorar, ante una Sala compungida, por el dolor del joven que declaraba. Cayeyo miraba hacia abajo.
El Fiscal prosiguió, ¿Cómo se enteró de la muerte de Eugenio?
Salvador respondió -El viernes 5 de mayo del 2017, a las 9 de la mañana un tío me llamó y me dijo: acaban de matar a tu hermano, tu tienes que estar con tu familia»-
Después, Salvador detalló datos de su hermano, era piloto aviador y tenía 29 años. Dijo haber entregado el día 20 de julio del 2017 al Policía Ministerial René «N» el pantalón que su hermano usó al momento de su muerte, lo conservó en una caja durante meses por ser la última prenda que usó Eugenio.
El Fiscal retomó el interrogatorio: ¿Qué afectaciones causó la muerte de Eugenio?
Salvador respondió con firmeza – Se destruyó mi familia, él era quien se encargaba de cuidar a mis padres, mi papá tenía un aneurisma cerebral y con la muerte de Eugenio, mi padre ya no quiso vivir y murió a los pocos meses, nuestros sueños y anhelos, todo cambió. Tuve que regresar a vivir en San Luis para hacerme cargo. Era un excelente hermano y amigo-
Finalmente, Salvador explicó que su hermano manejaba algunos negocios familiares y que con su muerte la familia tuvo que enfrentar, entre otras cosas, el cierre de negocios.
La defensa no hizo preguntas. Salvador, hermano de la víctima, se levantó y caminó entre los asistentes hasta salir de la Sala, el dolor por la pérdida de su hermano y el anhelo de justicia se percibieron toda la audiencia, que duró poco más de media hora.
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