La ejecución del presidente de Coparmex el primero de marzo, la balacera y persecución de este miércoles donde resultó muerto el político priísta, Rodrigo Sánchez, así como una serie de persecuciones, enfrentamientos armados han sembrado el terror entre los potosinos, quienes, ven como se repiten los días de sangre y horror que se vivieron en 2010 -2011 cuando el Estado fue sometido por el grupo delictivo de los Zetas, famoso por la extrema crueldad con la que atacaba y destruía a sus contrarios.
La violencia en San Luis Potosí se recrudeció en los últimos tres años pero los potosinos prefirieron ignorar el resultado de la inseguridad para no incomodar el proyecto político del alcalde capitalino, Xavier Nava (hoy con licencia) que busca reelegirse en el cargo.
Con el secretorio de seguridad, Jaime Pineda hospitalizado desde hace casi un mes, víctima de Covid, los grupos delictivos decidieron retozar sin control por todo el territorio potosino sin que nadie oponga resistencia.
En 2010-2011 los delincuentes fueron sometidos gracias a una estrategia conjunta entre la entonces PGR y el Ejército, el gobernador, Fernando Toranzo se declaró incompetente, el gobierno federal sabía que tenía lazos con algunos de los entonces jefes del Cártel de los Zetas con quienes se reunía en Catorce y Venegas pero nunca procedieron en su contra, era el sexenio de Enrique Peña Nieto.
El general Arturo Gutiérrez, entonces jefe de la XII zona militar y el subdelegado de PGR, Edgardo Hernández Contreras ( hoy diputado local) trabajaron en equipo, combatieron, sometieron y encarcelaron a los delincuentes que le habían tomado la medida al Gobierno del Estado y de los municipios.
Hoy no se ve un despliegue coordinado entre las diversas instancias de gobierno para atajar los hechos de violencia que se dan en la víspera del inicio de las campañas electorales para elegir gobernador del Estado.
Edgardo Hernández desde la tribuna del Congreso del Estado ha denunciado incansablemente la indolencia de las instituciones a de seguridad pero sus denuncias y palabras han cobrado fuerza y vigencia esta semana en que ha quedado demostrado que cualquiera puede morir a manos de sicarios a cualquier hora del día y en cualquier zona de la entidad.
Los potosinos hemos vivido un sangriento inicio del mes de marzo sin que las autoridades tengan la sensibilidad de informar siquiera, lo que está pasando.
Seguiremos informando
