La mañana de este 24 de abril, un evento en el Senado de la República ha generado controversia y cuestionamientos sobre el respeto a los derechos de los animales. Un senador de Morena, Adolfo Gómez Hernández, organizó una ofrenda por el Día de la Lluvia (Tláloc), durante la cual se sacrificó una gallina.
El evento, llevado a cabo en la terraza del segundo piso del Senado, ha causado indignación y sorpresa entre los asistentes y la opinión pública. Testigos presenciales, incluidos periodistas y personas que estaban en el lugar, documentaron el sacrificio del animal y lo denunciaron en redes sociales.
El hecho plantea varias preguntas sobre la legalidad y la ética del acto. ¿Por qué se autorizó el sacrificio de un animal en el Senado, especialmente considerando que la Ciudad de México castiga el maltrato y la crueldad animal? ¿Era necesario llevar a cabo este sacrificio?
Las leyes de la Ciudad de México son claras en cuanto al maltrato animal. Según el artículo 350 Bis del Código Penal de la CDMX, comete actos de maltrato o crueldad en contra de animales no humanos quien cause lesiones, daño o alteración en la salud, poniendo en peligro la vida del animal. Además, la ley de Protección a los Animales de la CDMX prohíbe específicamente el sacrificio de animales en rituales que puedan afectar su bienestar.
Las consecuencias legales de este acto podrían ser severas. Quien provoque la muerte de un animal con sufrimiento puede enfrentar entre 2 y 6 años de prisión, según lo estipulado por la ley. Además, el uso de animales en rituales que afecten su bienestar está expresamente prohibido.
Este incidente ha desatado una ola de críticas y demandas de responsabilidad. Los ciudadanos exigen que se investigue el caso y se apliquen las sanciones correspondientes, tanto a nivel legal como ético. La discusión sobre el respeto a los derechos de los animales y la necesidad de proteger su bienestar ha cobrado relevancia en medio de este escándalo en el Senado.
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