En México, una preocupante estadística revela que una de cada cinco personas que padecen diabetes, síndrome metabólico y obesidad también presenta niveles elevados de colesterol y triglicéridos. Para abordar este alarmante problema, expertos en cardiología y nutrición se reunieron en una conferencia de prensa llevada a cabo en la Ciudad de México el miércoles pasado.
Los especialistas subrayaron que una forma sencilla de detectar si alguien podría tener triglicéridos elevados es midiendo la grasa abdominal. La circunferencia de la cintura es un indicador crucial debido a que la región abdominal es donde la grasa tiende a acumularse. Esta grasa visceral o central es la más perjudicial para la salud, según destacaron los expertos, y es incluso considerada un indicador más confiable de enfermedad cardiovascular que el Índice de Masa Corporal (IMC).
La grasa visceral se acumula alrededor de órganos vitales y se ha relacionado con alteraciones en los niveles de colesterol, un aumento en los triglicéridos, un mayor riesgo de diabetes, hipertensión y trombosis, lo que incrementa significativamente el peligro de enfermedades cardíacas.
Los triglicéridos, según los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos, son el tipo más común de grasa en el cuerpo y se derivan de la alimentación, especialmente de productos como mantequilla, aceites y grasas, así como del consumo de carbohidratos refinados como pan, harinas y bebidas azucaradas.
Varios factores pueden elevar los niveles de triglicéridos, incluyendo el exceso de calorías en la dieta, el sobrepeso u obesidad, el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, ciertos medicamentos, trastornos genéticos, enfermedades de la tiroides, una diabetes tipo 2 mal controlada y problemas hepáticos o renales.
Para prevenir los triglicéridos elevados y las enfermedades cardíacas, los expertos recomiendan adoptar un estilo de vida saludable, que incluye:
– Mantener una dieta baja en ácidos grasos saturados.
– Realizar actividad física regularmente (20 a 60 minutos al día, al menos 5 días a la semana).
– Mantener un IMC dentro del rango de 20 a 25.
– Mantener una medida abdominal conforme a las recomendaciones.
– Controlar la presión arterial y mantenerla en niveles normales.
– Evitar el tabaco, tanto el tabaquismo activo como el pasivo.
– Realizar chequeos médicos periódicos.
– Priorizar el descanso adecuado.
– Gestionar el estrés para mantener niveles bajos de estrés en la vida diaria.
Estas medidas, cuando se aplican de manera constante, pueden ayudar a reducir los riesgos asociados con los triglicéridos altos y las enfermedades cardíacas, promoviendo una vida más saludable y vital.