Las pruebas clínicas se realizarán en julio, el registro estatal en agosto y la producción arrancará en septiembre, explicó Tatiana Gólikova, viceprimera ministra rusa, en rueda de prensa.
El encargado será el Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamalei, que recibe el nombre de un famoso virólogo ruso soviético y que trabaja en cooperación con el Ministerio de Defensa.
De hecho, Defensa informó que 50 militares -45 hombres y 5 mujeres- se presentaron voluntarios para participar en los ensayos clínicos del Centro de Investigación Científico Número 48.
El Gobierno ruso informó que 10 centros científicos del país trabajan actualmente en la elaboración de la vacuna y de medicinas para combatir esta enfermedad infecciosa, entre ellos la Universidad Estatal de Moscú.
A finales de mayo el presidente ruso, Vladímir Putin, ordenó al Gobierno la producción acelerada de la vacuna contra el coronavirus.
El director del centro Gamalei, Alexandr Gintsburg, explicó que dicha institución prepara una vacuna vector sobre la base del ADN de un adenovirus del tipo SARS-CoV-2.
Según el científico, la vacuna ya ha sido experimentada de manera no oficial con la ayuda de voluntarios del propio centro y todo los pacientes se encuentran bien y han desarrollado inmunidad ante el virus.
En cuanto a la pandemia en Rusia, Golíkova destacó que el aumento en el número de contagios se redujo en 16 veces desde su pico a mediados de mayo y un 79 por ciento de los infectados ya han sido dados de alta, pero la situación sigue siendo ·bastante alarmante·.
Destacó que más de la mitad de las regiones, 49, ya han iniciado la desescalada, pero advirtió que, el contrario que al principio, cuando Moscú acaparaba más de la mitad de los casos, ahora sólo suman poco más del 22 por ciento del alza diaria en los contagios.
“Confío en que todas las regiones salgan (de la cuarentena) con sumo cuidado, ya que nuestro país está a la espera importantes acontecimientos políticos”, dijo.
La oposición y la prensa independiente acusan al Kremlin de precipitarse a la hora de levantar las restricciones, decisión que vinculan directamente con el plebiscito constitucional del 1 de julio, del que depende que Putin pueda presentarse a la reelección en 2024.
El alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, había apostado desde un principio por una estrategia conservadora, pero de repente levantó esta semana las restricciones y permitió la apertura del pequeño y gran comercio ajeno al sector de la alimentación.
Rusia es el tercer país del mundo en casos de COVID-19 con 520 mil 129, según las cifras publicadas este sábado por las autoridades, mientras los decesos ascienden a 6 mil 829 después de la muerte de 114 personas en las últimas 24 horas.
Con información de EFE