Rufino Tamayo es uno de los artistas más conocidos de México, su estilo se destacó por una paleta de colores vibrantes y una combinación de influencias indígenas y modernistas. Aunque Tamayo estuvo en desacuerdo con la ideología del muralismo mexicano liderado por Rivera, Orozco y Siqueiros, su trabajo no careció de impacto. En lugar de retratar la realidad social y política de México, Tamayo se centró en temas universales como la humanidad, la naturaleza y el cosmos.
Su obra refleja una síntesis de tradiciones precolombinas y técnicas modernas, creando composiciones llenas de energía y misterio. A lo largo de su carrera, Tamayo experimentó con una variedad de medios, incluyendo pintura, grabado y escultura, cada uno de los cuales contribuyó a su rica narrativa visual.
Además de su talento artístico, Tamayo fue un defensor apasionado del arte y la cultura mexicana. Fundó el Museo de Arte Contemporáneo Internacional Rufino Tamayo en la Ciudad de México, que continúa promoviendo el arte contemporáneo y el diálogo cultural en la actualidad.
A pesar de su partida en 1991, Rufino Tamayo sigue siendo una figura icónica en el panorama artístico mexicano y un ejemplo perdurable de la creatividad y la innovación.