Uno de los placeres que más disfrutamos los mexicanos es el de vivir nuestras tradiciones. Este 6 de enero, las familias se juntan a la mesa para partir la Rosca de Reyes y sortear la fortuna de que a alguien le toque el muñequito, lo cual significará que ese alguien tendrá que hacer (o comprar) los tamales el día 2 de febrero, día de la Candelaria. La reunión para compartir el pan típico de los Reyes Magos también se realiza en las escuelas y en los trabajos, donde también la ruleta de la fortuna está echada para quien saque el “monito”.
El origen de la Rosca de Reyes se remonta a la Francia de la Edad Media, lugar donde se acostumbraba a elegir a un rey para las fiestas; el proceso era sencillo: se escondía un haba dentro de una rosca de pan dulce adornado con frutos secos y azúcares, quien tuviera en su pedazo el haba, era proclamado rey de manera simbólica.
Aunque esta actividad era pagana ante la Iglesia de ese tiempo, los clérigos ya compartían el sentido de la rosca como tal. Según las tradiciones cristianas, el pan con esa forma ovalada representa el infinito amor que se profesa a Dios, aunado a la epifanía religiosa que se basa en el pasaje bíblico de los Reyes Magos, (mencionados en las Escrituras como Sabios de Oriente).
Además, el haba oculta simboliza la huida de José y María para esconder a Jesús de Herodes, ya que éste, según en el Evangelio de Mateo, mandó a asesinar a todos los niños menores de dos años. Ante la historia que realza esta tradición culinaria, las familias han encontrado en la Rosca de Reyes un momento para compartir con la familia; es sabido que muchas personas desean acompañar su rebanada con un chocolatito caliente, sobre todo cuando prevalece el ambiente frío como en esta ocasión.
En la capital potosina existen muchas panaderías que ofrecen una rosca de gran calidad, tal es el caso de la panadería Guadalupana ubicada en la Calzada de Guadalupe, lugar a donde codigosanluis.com acudió para entrevistarnos con Agustín Zambrano para que nos platicara del preparado de la Rosca de Reyes, el cual lleva 19 años realizando esta labor.
Don Agus, como le gusta que lo llamen, comentó que los trabajos para la preparación de este pan comienzan desde casi dos días antes, ya que la producción debe cubrirse tanto para el público en general como para oficinas y escuelas. Así mismo, Don Agus con compartió que para la mañana de este 6 de enero ya llevaban cerca de 400 roscas realizadas, lo cual expone la dedicación y el esmero que los panaderos entregan en su oficio, sobre todo en estas fechas que exigen un mayor rendimiento laboral.
La panadería Guadalupana ofrecerá todo el día a sus clientes la rosca fresca y lista para partirse, los precios que se pueden encontrar rondan entre los $150 la pieza chica, hasta los $250 la más grande.
A disfrutar este día con la familia, y recuerden, si les toca el muñequito, les toca los tamales el 2 de febrero.