
La potosina María del Rosario Torres Mata, candidata a la titularidad de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas del Gobierno de México, pide un voto de confianza y ofrece su experiencia de más de 16 años de trabajo para, ahora, desde el organismo federal, seguir trabajando en la defensa y apoyo de las personas que, lamentablemente, han sido víctimas de algún delito.
«Más que atender a las víctimas, se trata de respetar su dignidad humana porque en muchos casos lo que hacen es revictimizarlas y eso no nos lleva a ningún lado» sentencia Torres Mata al exponer el plan de trabajo que estarían ejecutando en caso de llegar a ocupar la titularidad de la CEAV.
Insiste en que esta institución desempeña un trabajo muy noble, sin embargo, por diversas razones, por la propia burocracia o por desinterés, no siempre se atiende adecuadamente a las víctimas, a esas personas que, por dentro, están siendo consumidas por «un dolor que quema».
La candidata reconoce que, en la actualidad y por diversas razones, las víctimas y la población en general ya no confía en las instituciones, tema que debe ser atendido con urgencia a fin de que todas las personas que lo necesiten puedan encontrar en este tipo de espacios la oportunidad de acceder a la justicia y, así, impedir que los crímenes queden impunes.
«Ofrezco mi voluntad y mi lucha de más de 16 años, con logros y resultados, para trabajar a favor de las víctimas. Yo también soy víctima y no quiero que nadie más pase por lo que yo pasé» reitera Rosario Torres al hacer un recuento de su trayectoria como presidenta de Fe y Esperanza para Víctimas del Delito «Christian» A. C., espacio desde donde ha apoyado durante todo este tiempo a una enorme cantidad de personas.
El proceso para seleccionar a quien se convertirá en el nuevo titular de la CEAV implica una postulación por parte de organismos académicos y asociaciones civiles, entrevistas con la Secretaría de Gobernación y la conformación de una terna avalada por el presidente de México para luego turnar el tema al Senado de la República en donde, finalmente, los senadores determinarán quién asumirá el cargo.
«Quiero seguir trabajando para ayudar a las víctimas. No puedo fallarles porque sería fallarle a mi hijo» afirma.