El tesorero del Ayuntamiento, Rodrigo Portilla Díaz, reapareció tras varios días de ausencia, pero no quiso dar la cara, no quiere hablar a cerca del destino de 13 millones de pesos que desaparecieron de las arcas municipales y que, oficialmente, en demanda ante la Fiscalía General del Estado, dijo de que eran siete.
El funcionario no quiere hablar de los millones que desapareció mágicamente, tampoco de las versiones que aseguran que exigió a un banco aperturar una cuenta para depositar el dinero, opción que le fue negada por contravenir las leyes de los servicios financieros de transparencia y de responsabilidad administrativa.
Rodrigo Portilla se topó con el reportero de CN13, Miguel Ángel Lucio, quien intentó abordarlo consciente de que no tiene explicación sobre el destino de esos 13 millones y tampoco de la derrota de su amigo y jefe, el alcalde con licencia, Xavier Nava Palacios, portilla aceleró el paso y se metió a un automóvil que, se cree, es de uso oficial, pues era conducido por un chofer con aspecto de policía.
En su rápido andar intentó ajustarse el pantalón, desbordado por las llantitas, productos de las bacanales de la pandemia, Navidad, Año Nuevo, precampaña y desahogos políticos. El ceñido suéter azul dejaba ver su protuberante vientre, mientras decía al reportero: Véanlo con Comunicación Social, por favor. Ya voy de salida, tengo una entrevista. Acto seguido, se retiró del lugar con la enorme carga política, moral y administrativa que, tras la derrota de Xavier Nava, en sus aspiraciones de ser candidato del PAN a gobernador, le dejan el paquete de pagar compromisos que, obviamente no se tenían presupuestados, no se tienen fondeados y que, ahora sí, serán vigilados con lupa por sus adversarios políticos, luego de la gran cantidad de agravios en contra de panistas, periodistas, trabajadores del Ayuntamiento, mujeres, comunidades indígenas y el marcado favoritismo hacia sus compadres, amigos, novi@s y lo que le resulte.
Seguiremos informando.