Científicos han hecho un descubrimiento sorprendente en la Puna de Atacama, Argentina: un ecosistema de lagunas que se asemeja a las condiciones en las que se originaron las primeras formas de vida en la Tierra. Brian Hynek, geólogo de la Universidad de Colorado Boulder, y la microbióloga argentina María Farías hicieron este hallazgo único en el mundo después de examinar imágenes satelitales detalladas de la región.
Las lagunas descubiertas a casi 4.500 metros sobre el nivel del mar revelaron la presencia de estromatolitos, también conocidos como «rocas vivientes». Estos son arrecifes microbianos formados por bacterias que representan la evidencia fósil más antigua de vida en la Tierra, datando de al menos 3.500 millones de años, según la NASA.
María Eugenia Farías explicó que las condiciones en la Puna de Atacama son especiales, ya que se asemejan a las que existían en la Tierra durante el surgimiento de las primeras formas de vida. La región está rodeada de volcanes, tiene baja presión de oxígeno, alta radiación ultravioleta debido a la altitud y lagunas salinas cargadas de arsénico.
Los estromatolitos son cruciales en la historia evolutiva de la Tierra, ya que liberaron oxígeno a los océanos y la atmósfera, crearon la capa de ozono y allanaron el camino para la proliferación de la vida. Aunque estos fósiles vivientes son más comunes en Australia, la Puna de Atacama destaca por sus condiciones únicas.
Hynek y Farías planean regresar a la región para investigar más a fondo los estromatolitos de yeso, cuya formación se asemeja a las condiciones presentes en Marte. Este descubrimiento ofrece una ventana única para entender las condiciones primitivas de la Tierra y, al mismo tiempo, proporciona una analogía para investigar posibles formas de vida en otros planetas como Marte.
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