Rioverde, S.L.P.- La delincuencia con licencia y sin ella se han apoderado de las calles de Rioverde, en las narices del alcalde José Ramón Torres, quien en cuero años se ha convertido en la persona menos querida de su municipio. La madrugada de este lunes 23 de septiembre los rateros, con toda tranquilidad y con la certeza de que no hay vigilancia, entraron a las oficinas de Relaciones Exteriores y a la escuela Club de Leones. Oficialmente Rioverde se convirtió en tierra de malandros.
La falta de voz de mando de Ramón Torres ha provocado la crisis de inseguridad de la que sólo se salva el alcalde y sus cercanos, el resto de la población sufre las de Caín, pues no hay policías que vigilen ni prevengan el delito y cuando se aparecen, es para extorsionar y robar.
Por la madrugada rateros entraron, como Juan por su casa, a las oficinas de Relaciones Exteriores ubicadas en la Plaza Santa Elena, en el primer cuadro de Rioverde, buscaron, trasculcaron, seleccionaron y se llevaron lo que les gustó, lo que les pareció de valor, lo que pudieron. Con la tranquilidad con que entraron, salieron, ni un solo policía se les cruzó por enfrente, todos dormían en sus casas.
No queda claro si antes o después y, creen los que saben, que el mismo grupo de malandros, incursionaron en la escuela Club de Leones, ubicada en la colonia San Rafael y se llevaron las cosas de valor que encontraron.
En ambos casos, hoy por la mañana cuando los trabajadores se preparaban para iniciar la semana, se percataron de los robos, de inmediato llamaron al 911, pero fue mucho tiempo después que la policía llegó tratando de inculpar a trabajador que custodia las llaves, tanto de Relaciones Exteriores como la escuela Club de Leones.
Los habitantes de Rioverde no ven la hora en que Ramón Torres y su inútil grupo de colaboradores se vayan.