En el corazón del Barrio de San Miguelito, se encuentra el taller de cartonería de Felipe Arredondo, el lugar es fácil de identificar porque al exterior suele tener las enormes y mágicas piezas hechas con esa técnica de arte popular mexicano.
La cartonería “es una expresión artística multifacética del arte popular, la cual originalmente se despliega en el ciclo de festividades de la iglesia católica. Con el tiempo el oficio se secularizó. La cartonería conjuga judas, pirotecnia, calaveras de oficios populares, máscaras, toritos, lolitas, piñatas, alebrijes, entre otros.
A esta técnica también se le conoce como papel aglutinado, modelado y policromado. Los materiales que se usan son, cartón papel periódico, papel craft, engrudo; la base puede ser de metal, “dependiendo de las piezas se trabaja la estructura, si va a ser un judas hay que meterle carrizo, una máscara o alebrije con herrería, depende el tamaño”, explicó Felipe.
Felipe Arredondo ha trabajado para instituciones culturales en varios lugares del país, entre esos Zacatecas, la Ciudad México, “este año vamos a participar en el Festival de Día de Muertos organizado por Turismo”, comentó.
Lleva cuatro meses elaborando piezas de gran tamaño para el Museo Leonora Carrington Xilitla, “estas las pidieron de la Secretaría de Cultura para el Museo de Xilitla”, para el Día de Muertos “vamos a elaborar para la capital potosina y unas para Xcaret” Playa del Carmen, Quintana Roo.
“Tenemos cuatro meses trabajando estas piezas y las terminamos el lunes, somos tres personas, Alejandra Barret, Carlos Reyes y yo”. Al momento de la entrevista Carlos colocaba impermeabilizante a una de las piezas, “el impermeabilizante es para piezas que van en exterior (…) primero va el papel después impermeabilizante, luego el color y al final una capa de poliuretano”, explicó Felipe.Los colores y texturas en las calaveras que crea Felipe, materializan la identidad de los mexicanos. “Es un proceso largo primero hay que plantearle el proyecto al cliente, después hacer el boceto y una vez aprobado a trabajar la estructura”, explicó.
Pese a que su trabajo promueve el patrimonio cultural de México, está a punto de fenecer porque “no es bien pagado”, dijo.
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“Los precios oscilan en el mercado dependiendo de la dificultad”, la gente suele regatear, “he hecho piezas en de 1 metro 20 por 4 mil pesos, aún así las regatean. Luego veo piezas del mismo tamaño y menor calidad en otros estados, y están hasta en 10 mil pesos”.
Aunado a esto, “la pandemia afectó mucho”, porque la cartonería es por temporada, “en Día de Reyes, se hacen juguetes; Semana Santa, los judas; Día de Muertos, las calaveras”, señaló.
“En SLP la mejor fecha para la cartonería es en Semana Santa, pero ya van dos años que no se hace”, lamentó.
Felipe tiene la esperanza de que las nuevas administraciones gubernamentales “fomenten las tradiciones populares, porque se están perdiendo, se está tambaleando; están en peligro de perderse”.
En SLP “hay cerca de 30 cartoneros, la tradición se ha perdido, porque no se venden las piezas”, lamentó.
Felipe no supo explicar cuál es la función de su trabajo en la comunidad o qué aporta, nos dijo, “la gente se emociona cuando ve las calaveras o alebrijes, rompe la monotonía”.