Las traiciones que imperaron durante todo el proceso y la falta de respeto a las negociaciones que ya se tenían pactadas fueron determinantes para que el Congreso del Estado tuviera que posponer la elección de la nueva presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), ello, luego de los inútiles intentos para conseguir lo que muchos calificaron como una imposición durante más de 20 votaciones en las que no se consiguió el consenso necesario para aprobar el nombramiento.
El pasado jueves, ante la falta de acuerdos, los diputados locales prolongaron durante más de cinco horas la elección de la presidenta, descartando a seis de ellas y centrándose sólo en tres, sin embargo, pese a la jugada, no consiguieron la mayoría calificada que se necesita para dar validez al nombramiento por lo que decidieron posponer la elección para este lunes 29 de marzo, cerca de las fechas fatales para que la nueva presidenta asuma funciones.
La intención, según se dijo, era conseguir los votos que les faltaban para que Giovanna Itzel Argüelles Moreno o Celia García Valdivieso, las candidatas más votadas, obtuvieran el triunfo, sin embargo, esto no sucedió pues este lunes, de última hora, los diputados decidieron bajar el dictamen y retrasar todavía más la elección, es decir, las negociaciones fracasaron.
Fuentes internas aseguran que la falta de acuerdo se debe a que cada una de las aspirantes mejor posicionadas, Argüelles Moreno y García Valdivieso, representan a grupos político diferentes; una al Gobierno del Estado, con el PRI y el PAN, y la otra al bloque opositor en donde figura la bancada de Morena con la famosa chiquillada que pelea por quedarse con la presidencia de la CEDH.
Se espera que para la próxima semana ya se tenga un nuevo dictamen aunque ello implique un retraso en el nombramiento pues, ahora, los diputados ya estarían fuera de tiempo para elegir a quien asumirá la presidencia de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, cuya administración debería comenzar este jueves 1 de abril.
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