Un restaurante en la capital potosina fue clausurado debido al incumplimiento de los requisitos establecidos en el reglamento de Comercio y a reiteradas quejas de los vecinos. De acuerdo con el alcalde Enrique Galindo, el establecimiento recibió dos licencias provisionales de funcionamiento, pero en ambas ocasiones no completó los trámites necesarios.
Casos como este son diversos en la capital potosina, pues hay muchos restaurantes, así como bares y centros de diversión nocturna que ignoran las disposiciones que establece el Ayuntamiento para el funcionamiento de estos lugares, con el fin de garantizar la seguridad de los clientes.
Para la apertura de cualquier negocio, es fundamental cumplir con dictámenes de Desarrollo Urbano, Protección Civil y Bomberos, además de la autorización de Comercio. En este caso, el restaurante no presentó la documentación requerida en su totalidad, lo que impidió la obtención de una licencia definitiva.
Uno de los principales problemas señalados fue la ubicación del negocio, ya que, según reportes ciudadanos, el ruido generado afectaba la tranquilidad de los residentes cercanos. Además, la clausura se vio motivada por la realización de un evento sin autorización, en el que se cobró acceso y se presentó un artista, lo que derivó en desorden dentro y fuera del establecimiento.
El alcalde subrayó la importancia de que los empresarios verifiquen con Desarrollo Urbano si la zona permite el tipo de negocio que desean establecer. En este caso, la falta de permisos y el rechazo de los vecinos fueron factores determinantes en la clausura del restaurante.
Pese a la apertura del Gobierno de la Capital por regularizar a los comercios, muchos de éstos se resisten a seguir los lineamientos establecidos, poniendo en peligro la integridad física de los clientes. Ante esta actitud, el alcalde ha manifestado que el Ayuntamiento no dudará en suspender el funcionamiento de estos lugares.
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