Después de que su directora, Marcela García, incitara el odio contra grupos pro vida, además de quedar bastante a deber en cuanto a estrategias de prevención, el Instituto de la Mujeres de San Luis Potosí (Imes) se ha mostrado omiso ante el repunte alarmante de casos de violencia familiar, donde, tan solo en noviembre, se registró un total de 665 hechos según el Semáforo Delictivo, cuyos datos son avalados por el Gobierno Federal.
Aunque ya se tenía certeza de que durante la pandemia venía incrementando la violencia familiar derivado del confinamiento social, el Imes no ha expuesto alguna estrategia clara o contundente que ayude a la prevención del maltrato que, en su mayoría, las mujeres sufren en sus hogares, situación incontenible que, seguramente, cerrará en números rojos este 2021.
A pesar de los esfuerzos que en otras áreas de seguridad y prevención realiza el Gobierno del Estado, el Instituto de las Mujeres de San Luis Potosí ha dejado más dudas que respuestas, ya que han faltado programas o campañas que en verdad hablen de la prevención y persuasión para evitar cualquier situación que comprometa la seguridad de las mujeres en la entidad.
