La intentona anticipada de Mario Delgado al presentar a Xavier Nava como posible candidato de Morena a la alcaldía de la capital potosina es ya un tiro que le salió por la culata. Seguramente, igual que sucedió con la candidatura para el Gobierno del Estado, fueron muchos los perfiles que se registraron, pero el líder morenista ni siquiera se tomó la molestia de voltear a verlos, se fue directo con el alcalde con licencia y, burlándose del partido y de la militancia, le dio la bienvenida, lo respaldó y lo pintó como un santo, pasando por alto las injurias escupidas contra Morena, contra López Obrador y contra la 4T.
Mario Delgado habría pensado que no habría mayores consecuencias, que los morenistas y los potosinos aceptarían la noticia sin mayores problemas, pero no fue así. Lo que debió ser una fiesta se convirtió en la muestra más pura y genuina de rechazo, de indignación y de ofensa pues, sin consulta alguna, sin consenso y en forma autoritaria, el presidente de Morena aplicó la técnica del dedazo, al más puro estilo del viejo PRI.
Los morenistas potosinos, que sí han estado pediente del desempeño de Xavier Nava como presidente municipal, fueron los primeros en oponerse. Ellos no olvidan los perjuicios, los insultos y las agresiones a su lucha. «Si el pueblo es sabio, si el pueblo quita y el pueblo pone, entonces no votaremos por Nava aunque eso signifique que Morena pierda» afirman los morenistas.
Los comerciantes del Centro Histórico van por el mismo rumbo. «Dios nos libre que gane de nuevo la alcaldía. Que se vaya él y su equipo de ineptos. La ciudad está abandonada, en ruinas el Centro Histórico. Los que nos dedicamos al comercio establecido sabemos a quien le paga los favores con tolerancia para se instalen sin ningún control” se quejan comerciantes del primer cuadro de la ciudad.
La prostitución política de Xavier Nava no suma a Morena y, ante tantas inconformidades, primero por el tema de la gubernatura y luego por la alcaldía, hay quienes aseguran que Morena ya está cavando su propia tumba y que, lejos de perfilarse como el favorito, comenzará a perder seguidores, desencantados por la porquería (como muchos la llaman) que está haciendo Mario Delgado.
