Ciudad Valles, S.L.P.- Se reprogramo el espectáculo de los Voladores de Tamaletón, que se presentarían este miércoles en el Festival Oxitipa, debido a que los artistas de este martes y jueves traen su propio escenario y se iban a instalar durante el día, por lo que se tendrían algunos problemas de espacio y seguridad, en la explanada del Teatro del Pueblo, explicó Ignacio Castillo Arteaga Coordinador General del evento.
«Por cuestiones de logística y producción de los artistas que se están presentando en el Teatro del Pueblo, están solicitando que se instalen los escenarios que ellos utilizan, entonces todos los días se están cambiando, y prácticamente se ocupan la madrugada y día para instalar y retirar. Estaban programados cuatro vuelos a partir de las 2 de la tarde entonces es imposible hay trailers en la zona, gente trabajando y decidimos por su seguridad la reprogramación del evento…».
Aseguró que el Comité Organizador del Festival Vive Oxitipa 2023 anunció esta mañana el cambio en la programación, pues los «Voladores de Tamaleton», son considerados Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad por la UNESCO desde el 2009 y orgullo de La Huasteca Potosina, y se le debe dar la importancia que merece a este espectáculo.
El próximo sábado 29 de julio, los horarios para disfrutar de este magnífico espectáculo serán a las 6:00 pm, 7:00 pm y 8:00 pm en los terrenos de la feria.
«Hablamos con ellos esta mañana y no hubo ningún problema, de hecho aprovecharon para colocar algunos artículos que ellos traen para sus vuelos. Ahorita se está colocando el escenario de Edwuin Luna y la Trakalosa, en la noche acabando se retira y se instala el de Pandora y Flans que traen un súper espectáculo…», explicó el funcionario.
Arteaga Castillo aseguró que este cambio permitirá que tanto locales como visitantes tengan la oportunidad de presenciar y disfrutar de esta danza tradicional en su máximo esplendor. Los Voladores de Tamaletón o la Danza del Gavilán son una manifestación cultural única en la región de la Huasteca Potosina.
Esta tradición ancestral implica una simbiosis entre danza, música y ceremonia, en la que los voladores se elevan desde lo alto de un poste, desplegando una serie de acrobacias que representan la conexión entre el ser humano y la naturaleza.
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