Ayer por la noche, las inmediaciones de la zona universitaria y del parque de Morales fueron el escenario de las fechorías de uno de tantos asaltantes que operan en este cuadrante de la ciudad, pero sus planes fueron frustrados. Al robar un OXXO, un grupo de repartidores de UberEats intervinieron y detuvieron al ladrón y lo entregaron a las autoridades municipales.
Eran pasadas las 22:00 horas cuando un sujeto entró en el OXXO ubicado en la avenida de Nereo Rodríguez Barragán, frente al Office Depot, con arma en mano y lo asaltó. Tomo el dinero de las cajas registradoras y emprendió la huída por las calles, en dirección al Hospital Central. Fue ahí cuando tomaron parte un grupo de repartidores de UberEats que lograron atrapar al ladrón.
Al detenerlo, solicitaron la presencia de elementos de la policía, pero fue hasta una hora después cuando se apersonó una patrulla de la municipal que se llevaron al presunto ladrón para procesarlo como la ley lo indica. Por suerte para el asaltante, los repartidores no lo agredieron en ninguna forma y dejaron que sean las instituciones de justicia quienes procesaran al individuo.
La indiferencia de las autoridades municipales ante la inseguridad, que ha colocado a San Luis Potosí como una de las ciudades más violentas del país, ha provocado que cada vez sean más las colonias asoladas por el crimen. Al director de Seguridad Pública Municipal, Edgar Jiménez Arcadia, quien fue corrido del Ayuntamiento de León, Guanajuato, por incompetente, se le ve más en eventos y comilonas que preocupándose por la seguridad de la ciudad que tiene a cargo y el alcalde Xavier Nava se pasea por cuanto evento puede, aunque no lo inviten.
Los alrededores de la zona universitaria, el parque de Morales, del Hospital Ángeles y las colonias de Lomas 1era y 2da sección, que solían ser áreas tranquilas con poca incidencia criminal, se han convertido en territorio de asaltantes. Los maleantes viajan, generalmente, en motos, roban a universitarios y hasta a niños estudiantes del Salesiano que caminan a su escuela.
En las calles de estas colonias es muy poca la luz durante la noche, especialmente cerca de zona universitaria, el parque y del Hospital Ángeles, no hay vigilancia por parte de ninguna de las corporaciones policiacas. Los vecinos, constantemente, solicitan la presencia de la policía para sentirse algo seguros.
La falta de luz ha provocado que sean cada vez más los ataques a quienes caminan por esta zona. Muchos se aprovechan de esto para atacar a mujeres, como a la estudiante de ingeniería que fue violada cerca del Hospital Ángeles o el intento de secuestro que sufrió otra joven universitaria, a escasas cuadras de su escuela.
Son ciudadanos, como los jóvenes repartidores de UberEats, los que terminan haciendo el trabajo de los policías; ellos son los que se congregan para detener a los maleantes. Lamentablemente, en muchos de estos casos ya no involucran a los uniformados y prefieren hacer justicia por su propia mano.
