El vertiginoso ritmo de crecimiento de las remesas recibidas en México es asombroso: sumaron 30 mil 200 millones de dólares (mdd) en 2017; 40 mil 600 mdd en 2020 y alcanzarán este año los 60 mil millones, que representa un salto exponencial de 100 por ciento en tan sólo cinco años, mismo periodo en el que rompieron récord.
Varias son las razones que ayudan a entender este espectacular aumento. En primer lugar y venturosamente, el incremento en los ingresos de los mexicanos independientemente de su situación legal en la Unión Americana. De acuerdo con un informe del Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos, se estima que fue de un 43 por ciento anual entre 2015 y 2021.
Otra razón sería el porcentaje de migrantes mexicanos que lograron la ciudadanía durante esos años, creciendo la misma proporción en mujeres y hombres (7%); “la ciudadanía posibilita a los migrantes a tener acceso a diversas prestaciones sociales, al tiempo que mejora su potencial de ingresos por trabajo”, señala el reporte.
Un elemento adicional es el aumento en el porcentaje de la población migrante que ha tenido acceso al mercado laboral y que tiene empleo, y recientemente las ayudas recibidas en EU para familias y empresas durante la pandemia, que generó ingresos adicionales, contribuyendo al alza de los montos de remesas.
Otro interesante factor a considerar es la caída en el porcentaje de migrantes mexicanos que se hallan en pobreza en el vecino país de acuerdo con la Oficina del Censo, que reporta un 17 por ciento de población en esa situación en 2021 contra el 29 por ciento registrado en 2011.
La población de origen mexicano estimada en 32.7 millones que vive y trabaja en EU, continúa haciendo un esfuerzo notable por enviar dinero para el sostenimiento de sus familias y comunidades enteras. Hablamos tanto de trabajadores agrícolas temporales que se desplazan gracias a la visa H2A, como aquellos que se emplean en la construcción, o los emprendedores, o reconocidos empresarios en el sector tecnológico o la industria de alimentos.
Los migrantes mexicanos son un potente motor de crecimiento y estabilidad para nuestro país; como ha sido evidente durante las crisis financiera de 2008 y sanitaria de 2020, están siempre ahí para reflotar a la alicaída economía nacional.
Del total de dinero enviado desde EU, el 25% es realizado por mujeres; al analizar el potencial que tienen las remesas para el desarrollo económico y social, no debemos olvidar que la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres juegan un papel fundamental, pues son la base y el fin de cualquier noción de desarrollo humano sostenible.
@ClauCorichi
#RemesasFamiliares