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El regreso del cacique

La humillante derrota que sufrió en el PAN, llevó a Xavier Nava a tragarse su orgullo para volver a la guía y protección del gran cacique Horacio Sánchez Unzueta, dueño de la franquicia del navismo desde hace 30 años. Lo anterior, con un claro objetivo; mantener al nieto del doctor Salvador Nava Martínez, en la presidenta municipal de la capital, sin embargo, en el camino se topa con dos adversarios a vencer: Enrique Galindo Ceballos, candidato de la coalición Sí por San Luis, y Leonel Serrato Sánchez, navista químicamente puro ahora en las filas del Partido Verde Ecologista de México. 

Derrotado política y emocionalmente, Xavier Nava tocó puertas en México, pero su mala educación se las cerró. Así que su último recurso era pedirle perdón y ayuda a su tío Horacio. La historia cuenta que, haciendo política de muy baja estofa, tipo chisme, intentó persuadir a Alejandro Moreno, líder nacional del PRI, de convertirlo primero en candidato a gobernador y, después, en alcalde. Alito lo escuchó, pero apenas cerró la puerta, ordenó: Mándenlo a la chingada. Con Marko Cortés, dirigente nacional del PAN, Xavier ofreció las perlas de la virgen, negocios, terrenos y todo lo que quisiera el partido a cambio de la candidatura al gobierno y la destrucción de Xavier Azuara Zúñiga, a quien culpa de su mala suerte, sin considerar que es su falta de oficio lo que da como consecuencia, derrota tras derrota. 

Marko Cortés estuvo a punto de llevarlo a la reelección, pero fue un desplegado bobo que, en tono de reclamo, publicaron para hacer presión, siendo esto lo que terminó de sepultar sus posibilidades de convertirse en candidato de la coalición Sí Por San Luis a la alcaldía de la capital. 

El alcalde con licencia sabía que en el PRD no tenía ninguna posibilidad, en Movimiento Ciudadano tampoco, pero un grupo de navistas beneficiado con obras y contratos de su administración le aconsejó que hiciera lo necesario para que tío, Horacio Sánchez, lo guiara de nuevo, como el gran tlatoani, el gran maestro, de la política potosina. 

A Horacio Sánchez se le conoce como el Amo de las Coyunturas, a él le gusta que le digan “Sí”. Se le atribuye un cacicazgo que tiene origen en 1990, cuando urdió un plan de largo alcance que le diera poder político, como si fuera El Gran Hermano. Fue así que, tras la caída de Fausto Zapata, en 1991, y tras el forcejeo de año y medio con Gonzalo Martínez Corbalá y Teofilo Torres Corzo, también interino, se convirtió en gobernador en 1993, comenzando así la leyenda. 

Horacio era joven y formaba parte del poderosísimo grupo de Manuel Camacho Solís, así que, como gobernador, tenía conexiones y logró hablarse de tú a tú con Carlos Salinas de Gortari, pero mantenía el nexo con Manuel Camacho, con Marcelo Ebrard, siendo esta la llave que le dio nueva vida a su sobrino Xavier.

Antes, en 2018, fue justamente Horacio Sánchez Unzueta quien convenció a Xavier Nava de buscar la franquicia del PAN para la presidencia municipal porque, como candidato independiente, estaba condenado a la derrota; le hizo caso y ganó, pero apenas instalado en el poder, como a muchos que lo ayudaron, le dio una patada en el trasero y lo ignoró, más adelante le dio algunas obras a su primo Manuel, hijo de Horacio, con la condición de que creara una empresa en la que no apareciera su nombre. 

Horacio aguantó sin chistar, entretenido en manejar el Consejo del Centro Histórico que incluye la disposición de recursos públicos, obras y otras acciones, esperó pacientemente a que el hijo pródigo volviera a casa derrotado, en harapos, hambriento y sin fortuna.

Luego de que el mismo Nava se cerró la puerta en todos lados, Morena era la opción y su tío Horacio representaba la llave para doblar a Mario Delgado vía Marcelo Ebrard, padre político del movimiento. 

El cacique operó con precisión quirúrgica; Marcelo Ebrard dio la instrucción a Mario, ahora conocido como Chico NXIVM, quien otorgó la candidatura a presidente municipal a Xavier y lo dejó integrar su planilla con sus secuaces, amigos e incondicionales.

El fin justifica los medios, sentenció Nicolás Maquiavelo en su obra El Príncipe hace casi 500 años y, como ostentar el poder es para Nava superior a cualquier bien terrenal, de la mano de Horacio, buscará derrotar a Enrique Galindo Ceballos, candidato de la coalición Sí Por San Luis, altamente competitivo y popular entre los potosinos, con una clara oferta de gobierno, un hombre recto, honesto, educado y con importantes relaciones en el Gobierno Federal. Al mismo tiempo, se topa con Leonel Serrato, quien desde el Partido Verde, enfrentará al nieto de su gran gurú, el Dr. Salvador Nava. Curiosamente, Serrato es uno de los alumnos más brillantes de Horacio Sánchez Unzueta, a quien suele llamar “dilecto amigo”. 

La suerte está echada, la contienda por la presidencia municipal de San Luis Potosí será muy reñida; Galindo va con cuatro partidos, Horacio con dos candidatos.

Seguiremos informando. 

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