
Uno de los servicios básicos de la población, es el de energía eléctrica, pues de ella depende el que podamos cumplir con una serie de actividades tanto en el hogar o la oficina, es decir que sin los aparatos electrónicos y/o electrodomésticos no podrían facilitarnos las cosas. A pesar de que el fenómeno de la electricidad fue estudiado con muchos intentos desde la antigüedad, es oficialmente al inventor Thomas Alva Edison a quien se le reconoce su descubrimiento en 1878. Los sucesivos cambios y su rápida expansión hicieron que se convirtiera en la columna vertebral de la sociedad moderna trayendo un verdadero cambio social en cada continente.
A pesar del transcurrir de los siglos, el servicio de energía eléctrica sigue sin llegar a millones de personas en diferentes regiones de todo el mundo, por eso es que la necesidad fusionada con la creatividad y el talento de algunos, se ha visto manifestada en la creación de alternativas para mejorar sus condiciones de vida, tal es el caso del refrigerador ecológico, con características un poco rústicas pero funcional para quienes ya lo utilizan. Aquí algunos de ellos:
Mansukhbhai Prajapati, un artesano indio construyó un refrigerador para mantener frescas sus frutas y verduras por tres días, primero lo llamaron la nevera de los pobres y después Miticool, está hecho de arcilla y funciona por el principio de evaporación para añadir humedad y frescura. Previo a esto existió Oltu, muy similar al de India que se hizo ganador en el James Dyson Award en 2013.
Un grupo de estudiantes de la Universidad de Calgary Canadá, creó también un refrigerador al que llamaron Windchill, proyecto que les permitió ganar la edición 2015 del Biomimicry Global Design Challenge, un certamen que premia las ideas a quienes mejoren la forma de manejar y aprovechar los alimentos. El holandés Floris Schoonderbeek diseñó un refrigerador o nevera subterránea llamada Groundfridge, capaz de mantener los alimentos en perfecto estado, incluso los vinos. Es fácil de instalar y transportar por ser de material liviano y resistente. Su temperatura depende de la tierra y de las aguas del subsuelo, su forma es como cueva circular con escalera y diferentes estantes.
Otro refrigerador sin electricidad llamado en un inicio el refrigerador del desierto, construido por Raowia Lahmar una estudiante marroquí de Ingeniería y dos amigos más, el cual se componía de dos ollas de arcilla separadas por arena mojada cubiertas con un paño húmedo que cuando el agua se evaporaba, la temperatura descendía, esto permitió llegar a diferentes comunidades rurales de Marruecos que viven sin energía eléctrica, convirtiéndose esta creación artesanal en un gran proyecto al que nombraron Go Energyless, invitando a artesanos de Marrakech para favorecer el mercado local y poner a la venta el Fresh It en 25 dólares.
En Chad África, donde las temperaturas alcanzan los 50° C y más de 14 millones de personas no tienen acceso a esta fuente de energía, es que el Ing. Adolphe Djasrabaye inventó otra forma de mantener los alimentos frescos, un refrigerador ecológico al que llamó el Sagar o Frescura Extrema, que en solo tres horas lo elabora con ladrillos, arena y agua cuya función es que el calor exterior y el viento circulen el agua que moja la arena, mandando aire fresco al interior y sea como un aire acondicionado alcanzando de 9 a 15° C, mientras la temperatura afuera sea mucho mayor.
México también ha innovado en el tema, pues la empresa Depresa fabricó un refrigerador cien por ciento ecológico con barro y una mezcla de materiales pétreos llamado Ecoplanet, su diseño se debe a Oscar Chávez, Iñigo Puente y Nicolás Ávalos. Su forma es redonda y es similar a un garrafón de agua, alcanza hasta los 8° C y funciona a través de física básica dónde se deposita una mezcla húmeda de arena, grava, marmolina, granzol y tierra entre dos contenedores, se coloca a media sombra permitiendo que los rayos ultravioleta hagan contacto indirectamente en él y al evaporarse el agua de la mezcla, el calor de los alimentos dentro del enfriador sea extraído.
La eficacia de estos refrigeradores se ha comprobado en distintas comunidades rurales de Villa de Reyes, San Luis Potosí y otros estados y no solo ayuda a las familias que carecen de energía eléctrica sino de proteger el medio ambiente. ¡Enhorabuena!