
Un informe publicado esta semana en la revista de circulación internacional The Lancet ha evidenciado datos preocupantes y reveladores. Por ejemplo, menciona que un niño que nazca el día de hoy, podría vivir en un mundo cuatro grados más cálido que el promedio de la era preindustrial.
Según el artículo, el calentamiento global afectará su salud en todas las etapas de su vida, «desde la infancia y la adolescencia, hasta la edad adulta y la vejez» menciona. El estudio se basa en las conclusiones de la revisión anual que un grupo de expertos de 35 instituciones cientificas y agencias de Naciones Unidas realiza desde el 2015.
Estos especialistas, quienes forman parte de la iniciativa Lancet Countdown, constantemente monitorean 41 indicadores de impacto de la crisis climática, sobre todo en los ámbitos de la salud.
Según palabras de Jaime Martínez-Urtaza, experto en seguridad alimentaria y epidemiología en el Centro de Estudios para el Medio Ambiente, la Pesca y la Acuicultura del Reino Unido, es urgente que se aborde el tema del cambio climático y la salud en la próxima conferencia de Naciones Unidas, la cual se celebrará en Madrid, del 2 al 13 de diciembre.
El estudio de The Lancet también habla sobre las graves consecuencias sanitarias del cambio climático “a menos que el mundo cumpla con las metas del Acuerdo de París para limitar el calentamiento por debajo de los 2 grados”, y considera que durante el último año los impactos de la crisis han sido “más claros que nunca”.
Como ejemplo de dichos impactos, el informe menciona las temperaturas más altas registradas hasta ahora en Europa occidental, los incendios forestales en Siberia, Queensland (Australia) o California, y que como consecuencia de ellos la población sufrió más asma, más infecciones respiratorias o una mayor insolación.
“Los niños son especialmente vulnerables a los riesgos sanitarios del cambio climático. Sus cuerpos y sistemas inmunitarios aún están en proceso de desarrollo, por lo que son más susceptibles a enfermedades y contaminantes medioambientales”, dijo Dr Nick Watts, Director Ejecutivo de Lancet Countdown. “Los daños ocurridos en la primera infancia son persistentes y generalizados, y sus repercusiones sanitarias duran toda una vida. Si todos los países no llevan a cabo una actuación drástica para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, los avances logrados en el bienestar y la esperanza de vida se verán comprometidos, y el cambio climático será lo que define la salud de toda una generación”, mencionó.
Por su parte la coautora Stella Hartinger, de la Universidad Cayetano Heredia de Perú, mencionó que “El camino que elija el mundo hoy afectará de manera irreversible al futuro de nuestros hijos. Debemos escuchar a los millones de jóvenes que han liderando la ola de huelgas escolares pidiendo una actuación urgente. Es necesario el trabajo de los 7500 millones de personas vivas hoy en día para garantizar que la salud de un niño que nazca hoy no esté definida por el cambio climático” puntualizó.