La ministra Lenia Batres Guadarrama destacó que la reforma judicial representa una oportunidad para construir un nuevo sistema en la democracia, «con una generación de jueces y juezas surgida del voto popular y comprometida con el servicio público».
Esta declaración de la ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) coincide con la reciente realización del sorteo en el Senado para asignar 850 plazas del Poder Judicial, cuyos titulares serán electos por voto popular en 2025.
Durante su participación en un foro organizado por la Asociación Nacional de Abogados Democráticos (ANAD) en Querétaro, Batres señaló que esta reforma constitucional permitirá corregir los problemas estructurales del Poder Judicial Federal (PJF), los cuales han fomentado un sistema costoso, ineficiente, discriminatorio y corrupto.
Subrayó que el PJF presenta «graves fallos estructurales» que facilitan la corrupción. Señaló que, durante décadas, el Poder Judicial se posicionaba como contramayoritario, oponiéndose por principio a las decisiones de la mayoría, y se identificaba como meritocrático, lo que creó una jerarquía en la que jueces, magistrados y ministros consideraban que sus cargos les correspondían por trayectoria, no por su desempeño.
«Estamos ante una oportunidad única para renovar a esta generación de jueces y juezas en nuestro país y construir un Poder Judicial verdaderamente democrático, empático y con un profundo sentido de servicio».
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