
Tema recurrente en canciones, libros y películas, la felicidad es una de las emociones más deseadas y al mismo tiempo, más difíciles de definir. Si bien cada persona tiene su propia interpretación, la psicología ha intentado conceptualizarla para distinguirla de otras emociones como la tristeza, la ira o el miedo.
De acuerdo con la Enciclopedia Britannica, la felicidad puede entenderse como “un estado de bienestar emocional que una persona experimenta cuando suceden cosas buenas en un momento determinado”, o bien, como “una evaluación positiva de la vida y los logros personales, es decir, un bienestar subjetivo”.
En ese sentido, la ONU publica cada año el Informe Mundial sobre la Felicidad, con motivo del Día Internacional de la Felicidad, el 20 de marzo. En su edición 2025, Finlandia encabeza el ranking global por octavo año consecutivo, seguido por Dinamarca, Islandia, Suecia y Países Bajos. México también destaca al escalar 15 posiciones, entrando al top 10.
El informe evalúa factores como el PIB per cápita, el bienestar social, la esperanza de vida, la libertad, la generosidad y la percepción de la corrupción. Sin embargo, según los psicólogos, elementos como el dinero o la salud influyen menos de lo que comúnmente se cree.
“Tener un salario alto o ganar la lotería no garantiza una felicidad duradera”, destaca Britannica. Aunque los ingresos económicos y la salud tienen cierta relación con el bienestar, los estudios señalan que las diferencias no son tan marcadas como se esperaría.
En última instancia, la felicidad tiene más que ver con cómo percibimos nuestra vida que con lo que realmente sucede. Y según la psicología, hay un signo infalible para reconocerla: una sonrisa.
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