Corea del Norte confirmó que llevó a cabo exitosamente la cuarta prueba de un misil hipersónico, utilizando un vehículo de planeo impulsado por motores de combustible sólido. Este ensayo marca un avance significativo en la tecnología norcoreana y ha generado preocupaciones a nivel internacional.
La prueba, realizada el domingo, fue anunciada por la Agencia Central de Noticias de Corea (KCNA) y tuvo como objetivo verificar las características de deslizamiento y maniobra de la ojiva hipersónica de alcance intermedio, así como la fiabilidad de los motores multietapa de combustible sólido recientemente desarrollados, según informó la KCNA.
El misil, que voló aproximadamente 1,000 kilómetros antes de caer en aguas de la costa este de la península coreana, representa un cambio en la tecnología al utilizar combustible sólido en lugar de líquido, lo que aumenta su estabilidad y capacidad de maniobra.
Las autoridades surcoreanas condenaron el lanzamiento, calificándolo como una provocación que «amenaza seriamente la paz y la seguridad de la península coreana». Además, destacaron que este nuevo tipo de misil es mucho más difícil de interceptar debido a su velocidad y maniobrabilidad.
Expertos en defensa han expresado su preocupación sobre el potencial impacto de esta tecnología en la región. Los misiles hipersónicos, al volar a velocidades muchas veces superiores al sonido, se vuelven casi imposibles de derribar y pueden cambiar la ecuación militar. Si Corea del Norte logra desplegar armas hipersónicas, podría tener la capacidad de derrotar sistemas de defensa antimisiles existentes.
Esta prueba se suma a la serie de ensayos norcoreanos de misiles hipersónicos, siendo la primera utilizando combustible sólido. La comunidad internacional ha expresado su inquietud, especialmente tras la reciente utilización de misiles norcoreanos en Ucrania, lo que ha llevado a un aumento de la cooperación militar entre Corea del Norte y Rusia.
El Departamento de Estado de Estados Unidos ha declarado estar evaluando la situación y reiteró su llamado a la desnuclearización de la península coreana. La comunidad internacional sigue atenta a los desarrollos en la región y a la posible escalada de tensiones que podría derivarse de estos avances tecnológicos en materia de armamento.
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