“Estados Unidos debe afrontar sus propios problemas y tomar medidas más sustantivas para reforzar la regulación dentro de sus fronteras y reducir la demanda” de fentanilo, advirtió ayer el gobierno del presidente chino Xi Jinping y aseveró que el consumo de drogas es un problema “originado en Estados Unidos”.
En respuesta a una carta del mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador a Xi en la que solicitó a Pekín ayuda para limitar los flujos ilícitos de la mortífera droga, la vocera de la cancillería china, Mao Ning, dijo que “no existe el tráfico ilegal de fentanilo entre China y México”.
Condenó las prácticas hegemónicas de acoso contra el lado mexicano y explicó que su país apoya firmemente a México en la defensa de su autonomía.
China no ha sido notificada por México sobre ninguna incautación de fentanilo procedente de China, añadió Mao en una rueda de prensa periódica.
El mandatario mexicano afirmó el martes que escribió al presidente chino, Xi Jinping, instándolo a ayudar a controlar los envíos de fentanilo, al tiempo que se defendió de las críticas en Estados Unidos de que México no está haciendo lo suficiente para detener el tráfico del opioide sintético.
El fentanilo, utilizado en los hospitales durante la anestesia y para aliviar el dolor, se ha convertido en uno de los principales estupefacientes del mercado negro en Estados Unidos. Los cárteles mexicanos de la droga han participado cada vez más en su comercio ilegal.
Las sobredosis de este opioide mataron a más de 100 mil personas en el año fiscal estadunidense 2022, según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.
La carta del gobernante mexicano y la respuesta de China no mencionaban el suministro de los compuestos químicos utilizados para fabricar el potente sedante.
La agencia antidrogas estadunidense, DEA, afirma que tanto el fentanilo acabado como los compuestos precursores se transportan de China a México, Estados Unidos y Canadá, a menudo por correo internacional.