La disputa histórica entre belgas y franceses por la invención de las papas fritas podría tener un giro inesperado: un estudio reciente sugiere que esta popular preparación culinaria podría haber sido creada por el pueblo mapuche en Chile, siglos antes de las versiones europeas.
La hipótesis se basa en una investigación liderada por Javier Arredondo, coordinador de turismo de la Municipalidad de Nacimiento, quien analizó el libro Cautiverio Feliz, publicado en 1677 por el soldado español Francisco Núñez de Pineda. Este texto relata las experiencias del autor durante su cautiverio en 1629 en territorio mapuche, donde convivió con el Cacique Quilalebo.
En el libro, Núñez de Pineda describe un banquete ofrecido en el Fuerte de Nacimiento al término de su cautiverio, donde, entre otros platillos, se mencionan “papas fritas”. La investigación señala que los mapuches de la época contaban con aceites animales y vegetales que les habrían permitido freír alimentos, empleando métodos rústicos pero eficaces.
Este hallazgo, que será presentado oficialmente el 14 de diciembre en una feria gastronómica en el Fuerte de Nacimiento, podría desafiar las narrativas tradicionales que atribuyen la creación de las papas fritas a los europeos.
Por su parte, la versión belga sostiene que esta preparación surgió en Namur, en 1680, como sustituto del pescado frito durante un invierno extremo. Mientras tanto, los franceses argumentan que las papas fritas nacieron en París, en el Pont-Neuf, a finales del siglo XVIII.
La investigación chilena no solo reivindica las tradiciones culinarias mapuches, sino que también abre un debate sobre la influencia de las culturas originarias en la gastronomía mundial. El tiempo dirá si este descubrimiento logra replantear el origen de uno de los alimentos más consumidos a nivel global.
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