Oler la música, sentir que los colores emiten sonidos, leer y percibir que ciertas letras son de color azul, rojo o amarillo. La sinestesia en psicología es uno de los fenómenos neurológicos más asombrosos y una característica que definió a figuras como Vincent Van Gogh. Se asocia con la creatividad, pero no deja de ser, en ocasiones, una experiencia algo extraña.
Ser sinestésico es como tener una mente con múltiples universos paralelos que reaccionan de forma inesperada. Cualquier estímulo puede provocar, de pronto, experiencias sensoriales arbitrarias a causa de un error en el cerebro. Hay un exceso de conexiones neuronales y ello deriva en fallos y alternancias a la hora de procesar la información, a esto se le llama “integración multimodal”.
La sinestesia en psicología es una condición neurológica en la cual se combinan uno o varios sentidos. Trabajos como los publicados en la revista PLoS Biology indican que la incidencia está entre el 2 % y el 4 % de la población; además, definen esa experiencia en la cual un estímulo provoca sensaciones inesperadas, como escuchar colores o saborear palabras.
Los autores de esta misma investigación resaltan que el origen del fenómeno tiene una base neural concreta. Siempre se aprecia una activación cruzada o, como se mencionó, una integración multimodal. Es decir, hay un exceso de conexiones neuronales y esto hace que varios sentidos se activen a la vez, a la hora de procesar un estímulo.
Se sabe que la sinestesia tiene una base genética: se hereda de padres a hijos. Es más, la revista PNAS dispone de una interesante exploración sobre el origen de esa conectividad excesiva. La clave estaría en una alteración genética, la cual explicaría, por ejemplo, que en una familia evidencien la misma variedad de sinestesia sonido-color.
Este dato puede sorprender a cualquiera, pero se han descrito sobre 164 tipos potenciales de sinestesia. Esto mismo es lo que nos señala una investigación de la Universidad de Sussex. Si tenemos en cuenta todas las combinaciones que pueden generar los cruces entre diferentes sentidos y los estímulos, los resultados son asombrosos.
La sinestesia es una experiencia interesante por varios aspectos. Primero, conforma uno de los fenómenos neurológicos no patológicos más llamativos. Segundo, es común que los sinestésicos evidencien una característica similar: la creatividad.
Como dato curioso y, para finalizar, la sinestesia en psicología tiene ahora un nuevo ámbito de futuro. Indagaciones como las publicadas en la revista Nature nos recuerdan que, si bien esta condición neurológica es congénita, se puede entrenar. Es decir, podemos aprender a tener experiencias sinestésicas. ¿Te gustaría?
Estefanía López Paulín
Contacto: psc.estefanía_paulin@hotmail.com
Número: 4881154435