La hepatitis tóxica, una inflamación del hígado provocada por la exposición a diversas sustancias dañinas, representa un riesgo significativo para la salud hepática. Esta condición puede ser desencadenada por el consumo de alcohol, ciertas sustancias químicas, medicamentos o suplementos nutricionales, y puede afectar gravemente la función hepática si no se trata adecuadamente.
Los síntomas de la hepatitis tóxica pueden variar desde leves hasta severos, dependiendo de la sustancia tóxica involucrada y la duración de la exposición. Entre los signos más comunes se encuentran la ictericia (color amarillento de la piel y los ojos), picazón, dolor abdominal en la parte superior derecha, cansancio, pérdida de apetito, náuseas, vómitos, erupción cutánea, fiebre, pérdida de peso y orina oscura.
Es crucial buscar atención médica inmediata si se experimenta alguno de estos síntomas, especialmente si se sospecha exposición a sustancias tóxicas como el acetaminofén en dosis elevadas, conocido comercialmente como Tylenol. La sobredosis de acetaminofén puede provocar insuficiencia hepática aguda y requiere atención médica urgente.
«La hepatitis tóxica puede causar daño hepático permanente, incluyendo la formación de cicatrices en el tejido hepático (cirrosis), lo que puede llevar a la insuficiencia hepática», advierte el Dr. Carlos Sánchez, hepatólogo del Hospital Universitario de Madrid. «La prevención es clave, limitando el uso de medicamentos y suplementos solo bajo supervisión médica y evitando el consumo excesivo de alcohol», recomienda.
Factores de riesgo como el consumo prolongado de analgésicos de venta libre, medicamentos recetados, hierbas y exposición a sustancias químicas industriales aumentan la susceptibilidad a la hepatitis tóxica. Además, las personas con enfermedades hepáticas preexistentes o mutaciones genéticas específicas pueden estar en mayor riesgo.
Para prevenir la hepatitis tóxica, se recomienda limitar el uso de medicamentos a las dosis y duraciones recomendadas, evitar el consumo de alcohol en combinación con medicamentos y suplementos, y tomar precauciones adecuadas al manipular sustancias químicas en entornos laborales.
Para obtener más información sobre la hepatitis tóxica y cómo proteger la salud hepática, se puede contactar con el Centro de Toxicología local o consultar con un profesional de la salud especializado en enfermedades hepáticas.
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