El trastorno límite de la personalidad (TLP) es un trastorno de la salud mental que impacta la forma en que piensas y sientes acerca de ti mismo y de los demás, causando problemas para insertarte normalmente en la vida cotidiana.
En muchas ocasiones cuando se dan características de algún trastorno, es fácil identificarse con algunos rasgos, ya que todos poseemos algunos de éstos que pueden encontrarse en criterios relacionados con los trastornos, sin embargo, cuando hay un trastorno este evita que tengamos una vida equilibrada, plena y satisfactoria.
Las personas con TLP también suelen tener otros trastornos concurrentes, como depresión, trastornos de ansiedad, abuso de sustancias y trastornos de la alimentación, así como la automutilación y comportamientos suicidas o suicidios.
Los síntomas del trastorno limite de la personalidad, según el DSMIV son:
- Reacciones extremas, como pánico, depresión, ira o acciones frenéticas.
- Un patrón de relaciones intensas y tempestuosas con la familia, amigos y seres queridos.
- Imagen propia o autoestima distorsionada e inestable, que pueden causar cambios repentinos en los sentimientos, opiniones, valores o planes y objetivos para el futuro.
- Comportamientos impulsivos y con frecuencia peligrosos.
- Ánimos intensos y muy cambiables, con episodios que duran desde unas pocas horas hasta varios días.
- Síntomas severos de disociación, como sentirse separado de uno mismo, observarse desde fuera del cuerpo o perder contacto con la realidad.
Algunas investigaciones sugieren que las áreas del cerebro involucradas en las respuestas emocionales se vuelven hiperactivas en personas con TLP cuando realizan tareas que perciben como negativas. Personas con el trastorno también muestran menos actividad en áreas del cerebro que ayudan a controlar las emociones, los impulsos agresivos y permiten a la persona entender el contexto de una situación. Estos hallazgos ayudan a explicar la característica de los estados de ánimo inestables y explosivos propios del trastorno límite de la personalidad
Otro estudio demostró que, al mirar imágenes emocionalmente negativas, las personas con el TLP utilizaron áreas del cerebro diferentes a las personas sin el trastorno. Aquellos con la enfermedad tendieron a utilizar las áreas del cerebro relacionadas con las acciones reflexivas y de alerta, lo que podría explicar la tendencia a actuar de forma impulsiva cuando se sienten emocionales.
Sin embargo, es importante mencionar que un diagnóstico de éste o cualquier otro trastorno de la personalidad debe ser realizado por un profesional.
Estefanía López Paulín
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