En el marco del «mes del testamento», el Colegio Nacional del Notariado Mexicano esclarece la posibilidad de dejar una herencia a una mascota en México, destacando que, bajo la legislación actual, las mascotas no pueden heredar directamente bienes e inmuebles. Sin embargo, existe un proceso legal para asegurar el cuidado y el bienestar de las mascotas tras la muerte de sus dueños.
Según la institución, los propietarios de mascotas pueden designar a una persona física o entidad como albacea, es decir, una persona encargada de administrar los recursos y bienes destinados para el cuidado de la mascota en caso de que el propietario fallezca. El albacea tiene la responsabilidad de utilizar los recursos disponibles para garantizar la manutención de la mascota.
El proceso implica que el testador (propietario de la mascota) designe a esta persona o entidad en su testamento, especificando claramente sus deseos y proporcionando instrucciones sobre la cantidad de recursos y la periodicidad con la que deben ser utilizados para el cuidado de la mascota. Además, el albacea debe estar dispuesto a cuidar de la mascota hasta su fallecimiento.
Si el testador fallece, el albacea debe seguir estrictamente las instrucciones del testamento, presentando el acta de defunción y el testimonio del testamento ante un notario. El notario, a su vez, dará instrucciones al albacea para iniciar el proceso sucesorio y garantizar que los deseos del testador se cumplan.
Este enfoque legal permite a los dueños de mascotas asegurarse de que sus seres queridos peludos reciban el cuidado y los recursos necesarios después de su fallecimiento.
Un ejemplo notable de una mascota que recibió una herencia millonaria es Choupette, la gata del difunto diseñador de moda Karl Lagerfeld, quien recibió una herencia de 200 millones de dólares para su cuidado tras la muerte de su amo. Aunque estos casos son excepcionales, ilustran la importancia que algunas personas dan al bienestar de sus mascotas incluso después de su propia partida.
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