Erika Velázquez, quien cobra como directora del Instituto de la Mujer, confesó que el pasado 23 de agosto, cuando hombres y mujeres marcharon por las calles de San Luis Potosí para exigir justicia por el feminicidio cometido en contra de la maestra Mitzi y cuya protesta se detuvo por más de 15 minutos afuera del IMES, ni ella ni sus subordinados salieron porque “no solicitaron hablar con nadie”.
Erika Velázquez, conocida por la insensibilidad, apatía y rechazo que muestra ante las mujeres víctimas de delitos, declaró que tanto ella como sus subordinados estaban en las oficinas del IMES, que estaban cerradas, pero que no salieron porque nadie tocó la puerta ni pidió hablar con ella.
Ante la pregunta expresa de cuándo emprenderá acciones que verdaderamente brinden apoyo a las mujeres víctimas de delitos en San Luis Potosí, la funcionaria, quien hace unas semanas buscó chapulinear al Consejo de la Judicatura, declaró textualmente “no sé a qué apoyos se refiera”, puesto que “la Ley obliga al impulso de la igualdad entre hombres y mujeres”.
La defensa de los derechos de las mujeres y la defensa de mujeres víctimas de delito sigue pendiente.