Ingeniero de profesión, Felipe de Jesús Robledo Gómez cumple, este 2019, 34 años de participar, ininterrumpidamente, en la Procesión del Silencio, la más grande del mundo y uno de los símbolos representativos del catolicismo en San Luis Potosí.
Recientemente, el Ayuntamiento de la capital reconoció su participación en la Procesión del Silencio. Amable y de conversación fluida, reconoce que ha habido personas que han participado en la Procesión por más años que él, pero de forma interrumpida, sólo él lo ha hecho año con año desde que cumplió 17.
A sus 50 años de edad, confiesa que uno de sus peores sueños es que no participa en la Procesión del Silencio, la presencia como miles de potosinos y turistas que año con año acudimos a las calles del Centro Histórico para ver las cofradías, cuando despierta de la pesadilla, se siente alterado.
Con alegría, revela que dos de sus hijos se han sumado a la Procesión del Silencio, por iniciativa propia, siguiendo el ejemplo.
Felipe de Jesús es el menor de 12 hermanos, “el menos grande” dice con una sonrisa y ve con tristeza que la globalización ha traído a la humanidad una falta de religiosidad que nos ha sumido en los problemas que actualmente padecemos.
El ingeniero asegura que participará en la Procesión del Silencio hasta que el cuerpo se lo permita, lo cual espera que sea muchos años más.
