Este Domingo 1º de Diciembre inicia el tiempo de Adviento, y es el primer anuncio de navidad, por ello en todo el mundo se realiza la misa especial, para encender la primer vela de las 5 velas que conforman esta corona.
De acuerdo con la historia la Corona de Adviento es una costumbre popular nacida en Europa, que se ha venido extendiendo y haciéndose popular entre los católicos cristianos, cabe señalar que esto no es rito litúrgico, es una tradición, se ha tomado como una manera práctica de marcar el paso de las semanas de Adviento, para poder vivirlas más plenamente.
La palabra Adviento es de origen latín y quiere decir venida. Es el tiempo en que los cristianos nos preparamos para la venida de Jesucristo. El tiempo de adviento abarca cuatro semanas antes de Navidad.
Historia de la Corona de Adviento.
La Corona de Adviento tiene su origen en una tradición pre-cristianas de los germanos (Alemania). que consistía en recolectar coronas de ramas verdes y encendían fuegos como señal de esperanza en la venida de la primavera.
Los primeros misioneros aprovecharon esta tradición para evangelizar a las personas. Partían de sus costumbres para enseñarles la fe Católica.
Ya para el siglo XVI, tanto católicos como protestantes alemanes utilizaban este símbolo para celebrar el adviento:
Aquellas costumbres primitivas contenían una semilla de verdad que ahora podía expresar la verdad suprema: Jesús es la luz que ha venido, que está con nosotros y que vendrá con gloria.
- Las velas tienen un significado muy especial, pues anticipan la venida de la luz en la Navidad: Jesucristo.
- Las ramas recuerdan que Jesús es la luz eterna. En los países fríos se escogen ramas de los árboles que no pierden sus hojas en el invierno, para simbolizar que Dios no cambia.
- El círculo nos recuerda que Dios no tiene principio ni fin, es eterno
En el primer domingo de Adviento hagamos la oración correspondiente, encendemos la primera vela de la Corona de Adviento y cada domingo de Adviento encendemos una vela más hasta llegar a la Navidad.
Mientras se encienden las velas se hace una oración, utilizando algún pasaje de la Biblia y se entonan cantos. Esto lo hacemos en las misas de Adviento y también es recomendable hacerlo en casa, por ejemplo antes o después de la cena, toda la familia reunida.
Los colores de las velas pueden variar según la tradición: en algunos casos se usan 3 velas violetas y la última rosada, en otros casos 4 colores distintos: morado, rojo, verde y blanco. Otros las usan todas rojas o todas blancas.
Si no hay velas de esos colores igualmente se puede hacer la corona ya que lo más importante es el significado de encender una vela cada semana: la luz que aumenta con la proximidad del nacimiento de Jesús quien es la Luz del Mundo.
La Corona de Adviento se puede llevar a la iglesia para ser bendecida por el sacerdote. Si quieres aprender más sobre la Corona de Adviento, al final de esta publicación, podrás encontrar un artículo relacionado que puede serte útil para este propósito.
Primer Domingo de Adviento.
Para vivir la liturgia familiar del primer domingo de Adviento se recomienda poner en un lugar especial la corona con alguna imagen de la Virgen, crear un ambiente de recogimiento con poca luz.
Las lecturas se pueden repartir de antemano entre los miembros de la familia, y se pueden intercambiar cada uno de los 4 domingos para que así todos participen activamente.
Es significativo que el papel del «Guía» lo haga el Papá o ambos padres en conjunto
Oración para el Primer Domingo de Adviento.
Señal de la Cruz: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
- Guía: «Nuestro auxilio es en el nombre del Señor»
- Todos: «Que hizo el cielo y la tierra»
- Guía:«En los días de adviento, recordamos nuestra espera en la liberación del Señor. Siempre necesitamos Su salvación. En torno a esta corona recordaremos su promesa.
- Lectura del profeta Isaías 9,1-2:
«El pueblo que caminaba en las tinieblas ha visto una gran luz; sobre los que habitaban en el país de la oscuridad ha brillado una luz. Tú has multiplicado la alegría, has acrecentado el gozo; ellos se regocijan en tu presencia, como se goza en la cosecha, como cuando reina la alegría por el reparto del botín.» – Palabra de Dios
- Todos: «Te alabamos Señor»
- Leer Romanos 13,11-12:
«Ustedes saben en qué tiempo vivimos y que ya es hora de despertarse, porque la salvación está ahora más cerca de nosotros que cuando abrazamos la fe. La noche está muy avanzada y se acerca el día. Abandonemos las obras propias de la noche y vistámonos con la armadura de la luz»
Bendición de la corona de Adviento.
- Guía: Bendícenos Señor y a esta corona de adviento… «Señor Dios nuestro, te alabamos por tu Hijo Jesucristo: El es Emmanuel, la esperanza de los pueblos, La sabiduría que nos enseña y guía, El Salvador de todas las naciones. Señor Dios que tu bendición descienda sobre nosotros al encender las velas de esta corona. Que la corona y su luz sean un signo de la promesa del Señor que nos trae salvación. Que venga pronto y sin tardanza. Te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor.
- Todos: «Amén»
Se enciende la primera vela, cada semana un miembro de la familia distinto puede encender la vela de la semana.
- Guía: «Bendigamos al Señor»
- Todos: (hacen la señal de la cruz) mientras dicen «Demos gracias a Dios».
- Guía: Recordamos la virtud de la Fe en esta semana. La Anunciación: La Virgen María, como el pueblo judío, esperaba la venida del Salvador, rezaba, leía, meditaba y guardaba las Sagradas Escrituras en su corazón. Nosotros como familia nos preparamos para dar nuestro «Si» unidos a María en la Anunciación.
Luego todos los miembros de la familia realizan un tiempo de silencio para interiorizar en todo lo leído. Después incluyen un tiempo de intercesión en donde piden por las necesidades de la familia y cada miembro, sus conocidos, la Iglesia y el mundo entero
- Todos: Padre Nuestro y Ave María.
- Guía: Oración final: «Dios todopoderoso, aviva en tus fieles, al comenzar el Adviento, el deseo de salir al encuentro de Cristo, que viene, acompañados por las buenas obras, para que, colocados un día a su derecha, merezcan poseer el reino eterno. Por nuestro Señor Jesucristo.
- Todos: «Amén».