La crisis económica desatada por la pandemia de coronavirus borrará parte de los avances sociales logrados en América Latina y el Caribe hasta el 2015, al exacerbar las extendidas condiciones de pobreza e informalidad laboral de la región, dijo el jueves el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En un reporte regional para detallar sus perspectivas sobre la economía en el Hemisferio Occidental, el Fondo indicó que los riesgos del panorama continúan sesgados a la baja, con una notoria incertidumbre relacionada con la emergencia sanitaria en el mundo.
En especial, el documento señaló que la pandemia en Latinoamérica evolucionó a un ritmo de “combustión lenta” mediante un largo e ininterrumpido periodo de aumentos de casos y muertes, que disparó las tasas de letalidad pese a la significativa baja de la movilidad en la mayoría de los países.
“Los indicadores de movilidad de facto hacen pensar que el cumplimiento de las medidas de contención se ha debilitado con el transcurso del tiempo”, dijo el FMI, al llamar la atención sobre las dificultades de los gobiernos para aplicar medidas de distanciamiento social y brindar atención médica eficiente a fin de frenar los costos humanos.
Se estima que en el segundo trimestre de este año, unos 30 millones de personas perdieron sus empleos, lo que según el Fondo conllevará a un “shock grave” en la desigualdad de ingresos en América Latina y el Caribe, que ya tenía uno de los índices más altos de disparidad económica antes de la pandemia.
El documento destacó que las principales economías de la región -entre ellas Brasil, México, Chile y Perú- presentaron algunas de las cifras más altas per cápita por coronavirus en el mundo y que es probable que las cuentas oficiales estén subestimando esta medición.
A pesar de que las condiciones financieras y de actividad se han tornado favorables desde abril, “las perspectivas a mediano plazo apuntan a una recuperación lenta, debido a los costos económicos duraderos, y la mayoría de los países no retornarán al nivel del PIB previo a la pandemia hasta 2023”, afirmó.
La semana pasada, el Fondo con sede en Washington mejoró su panorama sobre la contracción que sufrirá este año la región a 8,1% respecto de la proyección aún más severa emitida en abril. De todas formas, la estimación mitigada constituye la peor debacle económica en la historia de América Latina, refirió el organismo.
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