Por lo significativo de su trabajo literario, el cual tiene un gran impacto en el proceso de cambio social y cultural en los territorios de la lengua española, en donde renueva las formas mismas de la expresión a través del uso de la poesía, el ensayo y la narrativa, la escritora chilena Diamela Eltit recibió este lunes 6 de septiembre el Premio Internacional Carlos Fuentes a la Creación Literaria 2020, otorgado por la Secretaría de Cultura federal y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Durante la ceremonia de premiación en el Palacio de Bellas Artes, la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto Guerrero, acompañada por el rector de la UNAM, Enrique Graue Wiechers, Silvia Lemus, el escritor y representante del jurado Mario Bellatin, destacó que Diamela Eltit ha buscado rescatar la imagen del sujeto marginado y el lenguaje popular, la otredad, por lo que “siempre será esencial para las nuevas generaciones de mexicanos”.
Comentó que, en tiempos como los que se viven actualmente, donde la sombra de la exclusión, el racismo y la restricción de los derechos, el fascismo, está cada vez más presente en México, Latinoamérica y en el mundo, el camino más claro y abierto hacia la libertad es la literatura, una de las bellas artes que se celebró en este evento.
Por ello, dijo, “la respuesta y la acción ante ello debe ser contundente: el absoluto reconocimiento de la diversidad cultural, el completo rechazo a la exclusión por género o nacionalidad, y la inclusión de todas las formas de vida y pensamiento. La apuesta absoluta es seguir creando”, por lo que recordó el trabajo que niñas, niños y jóvenes del país realizan a través de los Semilleros creativos, una de las acciones del programa Cultura Comunitaria, iniciativa toral de la Secretaría de Cultura.
En su oportunidad, Diamela Eltit agradeció el reconocimiento que el Gobierno de México y la UNAM le entregan. Además de presentar un análisis sobre la obra Aura, de Carlos Fuentes, y siendo fiel a las temáticas que su literatura aborda, destacó los estragos que el neoliberalismo ha dejado, y que se hicieron más marcados ante la contingencia sanitaria. De igual forma, refirió al movimiento feminista y la lucha de las mujeres por acabar con la desigualdad. En este sentido, expresó su interés por democratizar la literatura, acabar con el binarismo de hombre y mujer -que marca una desigualdad-, para que sea válida tan solo por las letras y temas que ocupa.
“Lo importante es la escritura, la estética, el deseo que recorre el texto, su audacia, el ímpetu; lo que me moviliza es la democratización real de la escritura hasta donde concurran autoras y autores sin más garantía que el poder del libro… Me parece indispensable democratizar el espacio literario, desbiologizar la escritura porque nosotras y nosotros habitamos de una comunidad extraña, arriesgada; me pregunto si no deberíamos leerlo como una igualitaria forma, unida por el siempre sorprendente cuerpo de la letra, la letra que nos lleva a un espacio simbólico, misterioso, iluminador, siempre poético”.
En su oportunidad, Silvia Lemus comentó que la literatura de Diamela Eltit explora las entretelas del cuerpo femenino en relación con los misterios eróticos y oníricos que forman parte del imaginario de sus protagonistas; además, “entre la penumbra y la memoria en la literatura latinoamericana se unen las letras de Diamela Eltit y Carlos Fuentes”.
Y explicó, “así como en Aura, el relato fantasmagórico y ambiguo de Carlos Fuentes, ella buscó transgredir la razón y desmantelar el tiempo; las novelas de Diamela Eltit, de corte presuntamente realista, exploran los misterios de la psique femenina. Esto no impide que en la narrativa de Diamela no haya conciencia social y política de un país tan contradictorio como Chile”.
A su vez, el rector de la UNAM destacó la relevancia de que la votación por premiar a Diamela Eltit fuera unánime, así como la importancia de Carlos Fuentes para la literatura en español. Ambos, dijo, Eltit y Fuentes muestran las complejidades y realidades de América Latina.
“Es en el arte y en la cultura donde reside el verdadero espíritu latinoamericano, un lenguaje universal que nos conecta y cobija, un lenguaje en el que caben todas las voces y los deseos”.
La escritora chilena recibió un diploma, una obra escultórica diseñada por el recientemente fallecido artista Vicente Rojo, así como un premio económico equivalente en pesos mexicanos a 125 mil dólares estadounidenses.
En abril de 2021, el jurado, integrado por las y los escritores Luisa Valenzuela, ganadora de la edición anterior; Cristina Rivera Garza, Adolfo Castañón, Mario Bellatin y Angelina Muñiz-Huberman, determinó entregar el premio a la autora de Jamás el fuego nunca (2007), como un reconocimiento a su compromiso con la reinvención del lenguaje y la transgresión, que no pierde de vista la dimensión ética y política.
“La obra de Eltit rompe las fronteras de género, tiempo y espacio, manteniendo una constante y vital vigencia. Sus novelas Lumpérica (1983), Por la patria (1986) y Vaca sagrada (1991) forman parte de un conjunto al cual se añade el notable texto titulado El infarto del alma (1994), elaborado junto con la fotógrafa Paz Errázuriz, Los vigilantes (1995) y Los trabajadores de la muerte (1998) hacen de su quehacer literario un espacio clave para la nueva lectura y escritura a la que estuvo tan atento Carlos Fuentes”, señala el acta del fallo entregada por el jurado.
Con este reconocimiento, Eltit se convirtió en la segunda mujer en la historia en recibir el galardón, luego de que la escritora bonaerense Luisa Valenzuela fuera la ganadora de la edición anterior.
Organizado por la Secretaría de Cultura y la Universidad Nacional Autónoma de México, el Premio Internacional Carlos Fuentes a la creación literaria en español se otorga, desde 2012, a escritores de larga trayectoria cuya obra publicada haya contribuido a enriquecer el patrimonio literario en español de la humanidad.