
Dicen que el miedo no anda en burro y ante la falta de resultados, además de la fallida estrategia implementada en Villa de Reyes para hacer frente a la ola de violencia que impera en la región, la presidenta municipal Erika Briones Pérez ha tenido que recurrir a medidas más drásticas para poder protegerse las pocas veces que acude a realizar algún actividad en su oficina presidencial.
Consciente de que la inseguridad y la violencia están alcanzando niveles alarmantes, Briones Pérez prefirió blindar su oficina instalando en el balcón una placa antibalas que, aseguran, no fue nada barata y que logró justificar tremendo gasto por medio de los programas que le dan recursos para que los invierta en seguridad para la ciudadanía.
Diversas versiones aseguran que fue Alfonso Rodríguez, el oficial mayor, quien le metió el miedo a la alcaldesa y quien la presionó hasta convencerla para que autorizara la compra de la famosa placa de la que, hasta el momento, se desconoce el monto de inversión.
La placa, ya colocada y en funciones, obstruye la vista de la presidenta hacia la Plaza Principal pues puede más el miedo que el contacto que todo gobernante debe mantener con su pueblo y es que la situación que se vive en ese municipio no está para menos; casi a diario a balaceras, ejecutados y una larga lista de hechos delictivos que, a la fecha, no han sido atendidos adecuadamente.