Por muchos años, la tartamudez fue considerada una afección psicológica, pero recientes estudios han demostrado que su origen es neurológico. Un grupo de científicos ha identificado una red alterada en el cerebro que podría interrumpir el flujo normal del habla, ofreciendo nuevas perspectivas sobre esta condición.
La tartamudez se caracteriza por la dificultad de las personas para expresar lo que quieren decir, a pesar de saberlo. Esta dificultad se manifiesta a través de repeticiones o prolongaciones de palabras. Según estudios recientes publicados en la revista Brain, la tartamudez es un trastorno cerebral que afecta la regulación de la producción del habla, influenciado por factores genéticos y neurológicos. Los especialistas han descubierto que puede surgir al afectar una red cerebral específica, conocida como «nodos».
Investigadores han estudiado pacientes que desarrollaron tartamudez tras sufrir un accidente cerebrovascular (ACV). A pesar de que la ubicación de las lesiones varió entre los pacientes, todos los ACV afectaron los nodos que coordinan el habla y la motricidad. La afectación de estas áreas puede interrumpir el flujo normal del habla, provocando tartamudez.
Un cambio en los nodos de las redes neuronales, ya sea por variaciones genéticas, lesiones cerebrales o anomalías en el desarrollo neuronal, puede afectar la sincronización entre los diferentes componentes del sistema de habla, causando tartamudez. El nodo de Broca, una región crucial para la producción del habla, si presenta alteraciones, puede enviar señales incorrectas o desincronizadas a los músculos involucrados en el habla, resultando en los bloqueos y repeticiones de sonidos característicos de la tartamudez.
El estudio describe además otros núcleos importantes en el cerebro, como el putamen, que regula la función motora, la amígdala, que regula las emociones, y el claustrum, que actúa como un nodo para varias redes cerebrales, transmitiendo información entre ellas.
Actualmente, no existe un medicamento específico para tratar la tartamudez, pero existen varias alternativas que pueden mejorar la fluidez del habla:
- Terapia del habla y lenguaje
- Dispositivos electrónicos
- Terapias cognitivo-conductuales
El hallazgo de estos investigadores abre la puerta a nuevos métodos y tratamientos que se enfoquen en brindar una mejor calidad de vida a las personas con problemas de tartamudez. Estos avances subrayan la importancia de comprender mejor la tartamudez como un trastorno neurológico, lo que podría llevar a tratamientos más efectivos en el futuro.
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