“Monstruoso berrinche” hizo la diputada Beatriz Benavente Rodríguez luego de que se enteró que sus recomendados no fueron considerados para tener empleo, bien pagado, en la Unidad de Evaluación y Control del Congreso del Estado, debido al abierto enfrentamiento que sostiene con el coordinador de su bancada Mauricio Ramírez Konishi, por lo que decidió llenar una media de excremento y detonarla en los medios de comunicación de su mecenas, el dirigente de la organización fantasma, Vía Alterna, Pablo Valladares.
Bety Benavente, en su intención de dar empleo a amigos y aduladores o recomendados de su padrino político, presentó una lista para que fueran considerados para conformar la estructura de la Unidad de Evaluación y Control del Congreso del Estado, perfiles autorizados por la JUCOPO, a propuesta del titular de la Unidad, Ovidio Robledo.
La Benavente, acostumbrada a manejar los millones del presupuesto del Congreso del Estado, hizo su rabieta y agarró parejo. Pero sus compañeros no pueden ayudarle, aunque cabildea con los integrantes de la Comisión de Vigilancia para que incluyan a sus recomendados.
Envueltas sus carnes en esta bandera, Benavente Rodríguez ha advertido a Mauricio Ramírez que “hará un desmadre” para qué la nombren presidenta de la Mesa Directiva, porque siente merecer posiciones en la UEC, en la Oficialía Mayor, en la Auditoría Superior, entre los asesores, en Comunicación Social, en Investigaciones Legislativas, en Informática, en Coordinación Parlamentaria, en Finanzas, nada mas porque es mujer y es diputada.
