Como salvajes animales, elementos de la Policía Municipal agredieron y torturaron a un joven discapacitado en Villa de Zaragoza. A la fuerza, lo sacaron de su casa, lo golpearon hasta el cansancio, pero se detuvieron y huyeron como cobardes, luego de que los grabaran y que los vecinos comenzaran a congregarse.
Los hechos ocurrieron ayer martes en una casa ubicada en la calle Ignacio López Rayón, entre las calles de Insurgentes y Jiménez, alrededor de las 16:00 y las 17:00 horas. Cuatro policías llegaron en su patrulla en busca de “El Güero”, como lo conocen en el pueblo, y a la fuerza se metieron en su domicilio.
Sin permiso u orden judicial, se adentraron en la vivienda para detener al joven; al querer ser detenidos por sus familiares, dispararon su escopeta y luego comenzaron a golpear al muchacho. Al no saber que ocurría, el intentó defenderse y los policías comenzarona agrederlo y a torturarlo con más fuerza.
Cuando se disponían a irse, los policías lo esposaron y lo sacaron arrastrado de su casa. Su familia comenzó a pedir ayuda con los vecinos quienes de inmediato salieron y comenzaron a exigirle a los policías que lo soltaran. Antes de subirlo a la camioneta, el muchacho comenzó a sufrir un ataque epiléptico que fue lo único que lo salvó de más agresiones por parte de los policías. Tras ver esto y luego de que más gente se uniera en su defensa, los policías escaparon como criminales que acaban de cometer un delito.
Cuando familiares del joven que al parecer fue víctima de brutalidad policial y abuso de autoridad, acudieron a la Comandancia para denunciar lo ocurrido, fueron corridos de ese lugar. Una mujer, al parecer de la corporación, se opuso en contacto con familiares del lesionado y ofrecieron pagar los daños ocasionados, a cambio de su silencio, de no divulgar nada y, mucho menos presentar denuncia. No aceptaron la oferta.
Más tarde, denunciaron de manera pública a través de redes sociales los hechos y al parecer la policía se asustó y enviaron agentes policiales a la casa de la víctima, preguntaron que si ahí vivía “Güero”, al responder de manera afirmativa, el patrullero aceleró, pero sin moverse del lugar, con el aparente propósito de intimidar a la familia. Luego les dijeron que les esperaban en comandancia. Al parecer para buscar “un arreglo”.
Pero la familia está decidida a llegar hasta las últimas consecuencias. Informaron acudirán a la Comisión Estatal de Derechos Humanos, así como a la Fiscalía General del Estado, para presentar denuncia formal en contra de los agentes agresores, a quienes hacen responsables de lo que le pueda pasar a “Güero”, así como a sus familiares y/o sus bienes, pues al parecer les han amedrentado para que desistan de presentar la denuncia ante las autoridades correspondientes.
Al jefe policiaco del municipio, Carlos Eduardo Salas Azua, todas le perdona la alcaldesa Paloma Bravo. El caso de este joven no es el primero que denuncian en Villa de Zaragoza; por lo menos, cinco personas más han sido víctimas de los gorilas de la Dirección de Seguridad Pública Municipal.