Miguel Ángel Silva Hernández, un joven detenido el 8 de agosto por la Guardia Civil Estatal, fue hallado muerto en una celda del Edificio de Seguridad de San Luis Potosí, en lo que las autoridades califican como un aparente suicidio. Sin embargo, su padre asegura que su hijo fue asesinado bajo custodia policial y exige que se investigue el caso a fondo.
Según el testimonio del padre, Miguel Ángel fue arrestado en la colonia Azteca Norte, en la capital potosina, y llevado al Edificio de Seguridad sin que su familia fuera notificada. Al intentar localizar a Miguel Ángel, se enteraron que estaba detenido, un familiar fue inicialmente informado de que el joven no se encontraba en el edificio de seguridad, lo que despertó sospechas.
Posteriormente, narra que cuando acudió él a preguntar por su hijo, los oficiales de investigación lo interrogaron sobre la salud mental y física del joven. Las autoridades indicaron que el joven llegó al edificio en un estado agresivo, y que después de una pelea con otros detenidos, fue trasladado a una celda aislada donde, según la versión de los oficiales, se habría ahorcado.
El padre, quien afirma que su hijo tenía una mano lesionada, rechaza la posibilidad de que se haya suicidado, pues no habría tenido la fuerza necesaria para hacerlo de la forma que indicaron los policías de investigación. Afirma que al día siguiente, cuando, acompañado de su familia acudió a declarar para recuperar el cuerpo, notaron un comportamiento sospechoso por parte de las autoridades, lo que aumentó sus sospechas de encubrimiento.
Asegura que posteriormente recibió la información de una persona que estaba detenida el mismo día que Miguel Ángel había sido golpeado repetidamente por los guardias después de pedir hacer una llamada telefónica. Según el testimonio de la persona, los golpes continuaron hasta que Miguel Ángel dejó de responder.
El padre exige que se revele el video de seguridad del edificio y acusa a los guardias de ser responsables de la muerte de su hijo. También denuncia que su hijo fue encontrado con múltiples golpes en el cuerpo, lo que contradice la versión oficial de un suicidio. La familia asegura que no descansará hasta que se haga justicia y ha pedido que el caso llegue a las autoridades competentes que puedan arrojar luz sobre los hechos.
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