A través de redes sociales, un joven estudiante llamado Alejandro denunció haber sido víctima de tortura por parte de elementos de la Policía Municipal de Soledad. Todo por un mal entendido en un supermercado debido a unos productos que olvidó pagar.
El joven señala en su relato que, debido a la contingencia en la que se encuentra el país por el Covid-19, se ha dedicado la última semana a realizar la despensa de su casa y de varios de sus vecinos, por lo que suele salir de las tiendas de autoservicio con el carrito lleno.
De acuerdo con los hechos que el informa y con la cédula de registro de la barandilla municipal, el domingo por la mañana acudió al Bodega Aurrera en dicho municipio y, al pasar por la caja, olvidó pagar unos productos que se encontraban en la parte de abajo del carrito. Al salir, fue detenido por elementos de seguridad quienes le pidieron su ticket para verificar la compra de los productos.
Después de que vieron que no había pagado dichos productos, fue sometido pero el se ofreció a pagarlos pues había olvidado que los traía en el carrito. Personal de la tienda llamó a la Policía de Soledad al tiempo que lo mantuvieron retenido, a pesar de que ya le habían cobrado los artículos en cuestión.
Cuando llegaron los oficiales no preguntaron ni mediaron la situación, esposaron al muchacho y lo subieron a la camioneta. Mientras viajaban en la patrulla, comenzaron a golpearlo y a torturarlo. En el trayecto a un terreno baldío, se pararon en el bulevar Río Santiago mientras le enseñaban videos de como golpeaban a otras personas amenazándolo con hacerle lo mismo.
Una vez en su destino, lo empezaron a desnudar mientras lo amagaban con cortarle las manos con una navaja. En el momento en que se dieron cuenta que era un estudiante de Derecho, lo volvieron a subirlo a su vehículo y lo llevaron a la barandilla municipal.
Los oficiales decían que lo iban a procesar por tentativa de robo; sin embargo, en el escrito oficial, se indica que fue por alterar el orden público y por riña. Mientras lo procesaban los médicos legistas y el personal, los policías lo seguían golpeando, señala el joven en su denuncia. Posteriormente, fue encerrado en una insalubre celda por horas hasta que su familia dio con su paradero.
“Gracias a Dios ya estoy en casa y con mi familia que después de todo es lo único que deseaba, y claro que haré todo lo que esté en mis manos para que se haga justicia principalmente por todos los daños físicos y psicológicos que me causaron y todo lo que se me robó en dinero y mercancía y que se castigue a todos los responsables”, señaló en su escrito.
Dice temer por su vida, pues le tomaron fotos y video, además de que tienen todos sus datos personales. El muchacho sólo publicó en redes sociales su cédula de registro, se desconoce si hay imágenes de los golpes que presuntamente le propinaron o si ya levantó una demanda.
