El coordinador de la bancada priista en la Cámara de Diputados, Rubén Moreira Valdez, urgió a la Guardia Nacional, a los gobiernos de San Luis Potosí y Nuevo León y a la Secretaría de Seguridad Ciudadana, a garantizar el tránsito en la carretera 57, tramo San Luis Potosí-Nuevo León. Esto, tras el caso de personas que fueron recientemente secuestradas y una asesinada.
El político coahuilense aseguró que la inseguridad en el área, es evidente, pues muchos son los reportes de actos delictivos. Las víctimas son conductores de tráilers, migrantes, empresarios y turistas, aseguró el legislador.
“La desaparición de personas en los últimos días, es un episodio más de una larga lista de crímenes cometidos por la delincuencia organizada. Urge recobrar la seguridad y construir la paz ”, apuntó en sus redes sociales.
Manifestó que el crimen organizado se ha adueñado de esa zona y desde poblaciones cercanas, salen para secuestrar a personas en la carretera y caminos vecinales.
“Habitantes de la zona han dicho que las víctimas, en muchas ocasiones, son seleccionadas cuando se detienen a surtir gasolina o cuando paran en Matehuala para comer. El objetivo de los delincuentes son grupos de viajeros que ellos presumen, pueden ser migrantes. También buscan empresarios de la región o tráilers con mercancía valiosa”, señaló.
Mencionó que es importante que los gobiernos de San Luis Potosí y Nuevo León instrumenten operativos en toda la región, que se coloquen retenes, se instrumenten rondines de vigilancia y se realicen desarmes. Para capturar a los delincuentes son necesarias labores de inteligencia y limpiar las policías municipales y estatales de la zona, agregó.
Destacó que la carretera 57 es la vía que lleva de la Ciudad de México a Nuevo Laredo, por lo que es ruta de migrantes y productos. El peligro en esa carretera debe preocuparnos a todos, insistió.
El legislador señaló que la inseguridad de San Luis Potosí se repite en las carreteras de Zacatecas, Guerrero, Michoacán, Jalisco, Nuevo León y Tamaulipas, entre otras entidades.
En varios estados se ha suspendido de hecho el tráfico nocturno de vehículos. El crimen organizado coloca retenes y amedrenta a los conductores.
Existen casos en los que se cobra “derecho de tránsito” o se regula el trasporte de mercancías.
“La paz es posible, siempre y cuando las y los gobernadores asuman su responsabilidad. No son válidos los pretextos”, apuntó.
