Brasil ha estado pasando por duros momentos en estos últimos días, ya que la ciudad de Petrópolis quedó sepultada en lodo por las lluvias de la última semana que han dejado un saldo que supera el centenar de víctimas mortales, y que probablemente irá aumentando en los próximos días dado que hay decenas de desaparecidos.
Petrópolis acumuló 259 milímetros de lluvia en seis horas durante el martes 15 de febrero, un total de 269 deslizamientos y según el balance nocturno publicado por Defensa Civil el miércoles, se encontraron 24 supervivientes que fueron rescatados durante las operaciones de búsqueda. Mientras que 372 quedaron en la calle tras perder sus viviendas.
En la ciudad se pueden observar pilas de autos destrozados y arrastrados por la corriente; por esto mismo las familias se encuentran desconsoladas al haber perdido bajo agua, lodo y escombros sus bienes patrimoniales, así como a sus familiares.
Hasta el momento se registran 104 cadáveres, de los cuales 65 son de mujeres, 36 de hombres y 13 menores de edad.
Aunque que el Palacio Imperial y la Catedral no fueron destruidos, el centro histórico de Petrópolis quedó hecho un lodazal, con vehículos incrustados, restos de edificaciones y árboles despegados del piso y con la desesperación de los habitantes. La ayuda de personas voluntarias no he hace esperar, junto con los bomberos y agentes de Defensa Civil cavan con las manos buscando sobrevivientes.
Las autoridades brasileñas destinan todos sus recursos a intensificar los trabajos de rescate y reubicación de los damnificados, pero aún no han podido controlar la situación dado que mucha gente se niega a abandonar su hogar.
Mientras, el gobernador de Río de Janeiro se desplazó hacia el municipio y tildó el estado de Petrópolis como una situación “casi de guerra”. El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, prometió ayudar a la región y aseguró su presencia en las áreas afectadas el próximo viernes, cuando retorne de sus viajes oficiales por Rusia y Hungría.
Información proporcionada por EFE y Reuters.
