¿Has notado que algunas personas duermen con los ojos semiabiertos o incluso con uno completamente abierto? Esta peculiaridad puede deberse a una condición sorprendentemente común llamada lagofónos nocturnos, que impide que uno o ambos ojos se cierren durante el sueño.
Según la Clínica Cleveland de los Estados Unidos, esta condición es causada por nervios o músculos dañados en la cara y puede estar relacionada con diversas condiciones médicas como la blefaroplastia, parálisis de Bell, accidentes cerebrales, enfermedades neuromusculares y otros factores como el hipertiroidismo o el uso de alcohol o pastillas para dormir.
El Dr. Christen Cheuvront, especialista en medicina del sueño, advierte que los casos severos de lagofónos nocturnos pueden provocar dolor y daño ocular permanente. Sin embargo, la falta de diagnóstico es común debido a que la apertura del párpado puede ser muy pequeña y pasar desapercibida, especialmente para personas con pestañas gruesas.
Aunque algunas personas que experimentan parasomnias, como el sonambulismo, también pueden dormir con los ojos abiertos, estas generalmente no presentan síntomas oculares como sequedad, enrojecimiento o irritación.
Es importante buscar tratamiento si se sospecha de lagofónos nocturnos, ya que la falta de atención puede llevar a daño ocular permanente e incluso pérdida de visión. Los tratamientos pueden incluir cambios en el estilo de vida, uso de cinta en los párpados o colocación de peso mínimo para mantener los ojos cerrados, pero es crucial abordar los impactos en la salud ocular como la sequedad y la irritación.
