Entre basura, baches y oscuridad es como se encuentra el Periférico Norte o bulevar Manuel Gómez Morín en la capital potosina pues, desde hace muchos años, no ha recibido ni el menor de los mantenimientos, lo que ha propiciado un deterioro considerable que pone en peligro a miles de automovilistas y peatones pues, de manera regular, en esta zona se registran toda clase de accidentes sin que, hasta el momento, las autoridades correspondientes volteen a verlo.
En 2015, el entonces presidente de México, Enrique Peña Nieto, violó la veda electoral para inaugurar lo que anunció como una gran obra de modernización para la zona metropolitana de San Luis Potosí, sin embargo, apenas se cortó el listón inaugural, el asfalto tuvo que abrirse de nuevo porque faltaban obras hidráulicas, al final, la carpeta de rodamiento quedó parchada en muchos tramos, el sistema de iluminación jamás funcionó y los semáforo tampoco se echaron a andar.
Desde entonces, Periférico Norte ha permanecido en un completo abandono. Desde la intersección con la carretera a Zacatecas hasta la carretera a Matehuala, la vialidad luce deteriorada; con los muros de contención destrozados, llena de basura y con una oscuridad tremenda que ha dado pie a la comisión de una larga lista de delitos, sin dejar de lado los constantes accidentes que se han presentado en la zona y que han costado la vida de decenas de personas pues no existe señalética ni puentes peatonales que ayuden a los transeúntes.
Recientemente, el gobernador Ricardo Gallardo anunció un proyecto para instalar las luminarias necesarias en todo el Periférico, sin embargo, como lo pueden constatar los automovilistas que a diario transitan por esta vialidad, son muchas las deficiencias que se tiene ya que, incluso, algunos puentes han comenzado a presentar deterioros considerables en su estructura, lo que podría augurar un posible colapso ante la pésima calidad con que fueron hechos.