A menos de un mes de que empiecen las campañas para los candidatos a presidente de los Ayuntamientos, los aspirantes ya están afinando detalles, pero no es el caso de Manuel Azcona, que prefiere hacer escándalos fuera de sus cinco sentidos, junto a sus escoltas armados que se hacen pasar por elementos de la SEDENA.
Ayer en un campo de béisbol, de la comunidad de Santa Teresa, en Cedral, el candidato a la presidencia de Cedral por la Coalición Sí Por San Luis, compró toda la cerveza y la regaló a los asistentes, pero siempre y cuando estuvieran a su favor en el tema político.
Azcona llegó temprano al evento deportivo con el fin de pagar lo que fuera por todo el alcohol para repartirlo entre sus simpatizantes y evitar que los ahí presentes, que no son afines a su proyecto político, pudieran comprar alguna cerveza.
Luego de la repartición, al punto ebrio y en compañía de su equipo de campaña lanzaron insultos contra uno de los equipos que participaron en los juegos de béisbol, además de agredir a sus propios “seguidores” diciéndoles: “Wey, ahora resulta que todavía la están haciendo de pedo por la cerveza que les estoy regalando”.
Fiel a su desagradable estilo, así como lo ha dejado plasmado en anteriores escándalos, Manuel Azcona, agredió verbalmente a quienes identificó que no comparten sus ideales políticos, los ofendidos escucharon pacientes su amplio y enfadoso vocabulario hasta que, cansados de su prepotencia, lo enfrentaron y se armaron los empujones.
El mirrey Azcona no esperaba respuesta de los agredidos y le entraron al quite sus achichincles, Humberto Segura y Diego Linares, este último, hijo del recién nombrado titular de Finanzas en la Zona Altiplano, Gerardo Linares, quien hace poco se entrometió en la fila de abuelitos de Vanegas queriendo que lo vacunaran «nomas» por ser funcionario.
En la bronca resaltó la figura de Diego Linares, por portar una pistola en la cintura y, gritando que era elemento de la SEDENA mostraba la cacha a los agredidos por Manuel Azcona y a todo el que quisiera acercarse a su amo. Luego del susto que se llevaron deportistas, simpatizantes del prepotente candidato y algunas familias que acudieron a disfrutar del béisbol, los escoltas de Azcona abordaron varias camionetas, se fueron burlándose de los jugadores y sembrando más temor disparando al aire en varias ocasiones.
Su característica prepotencia lo está dejando sin “amigos simpatizantes” pues, ya ni a ellos respeta y prefieren alejarse de sus humillaciones; además de manchar el deporte tan querido y familiar que en el Altiplano se disfruta, está causando “heridas” a los partidos de la Coalición, PRI, PAN, PRD y Conciencia Popular, que seguramente estarán pensando si de verdad los cedralenses lo verán como una opción para marcarlo en las boletas del 6 de junio.
Por lo pronto en Santa Teresa…ya lo conocieron.
