El papa Francisco rezó hoy durante el Ángelus dominical por las víctimas del huracán Otis, que tocó tierra el miércoles en la ciudad de Acapulco, Guerrero, y ha dejado por el momento 39 fallecidos y 10 personas desaparecidas.
“Transmito mi cercanía a la población de la zona de Acapulco en México, azotada por un huracán muy fuerte. Rezo por las víctimas, por sus familias, por los que han sufrido graves daños”, pidió desde la ventana del Palacio Apostólico, ante miles de fieles congregados en la Plaza de San Pedro. Añadió: “Que la Virgen de Guadalupe sostenga a sus hijos en la prueba”.
El pasado viernes, la Santa Sede emitió un telegrama en el que el Pontífice expresaba su “profunda pena” por la catástrofe.
“Su Santidad Francisco, profundamente apenado al tener noticia del desastre natural que está afectando a esas costas de Guerrero, ocasionando víctimas, heridos y numerosos daños materiales, ofrece fervientes sufragios por el eterno descanso de los fallecidos”, indicó un telegrama enviado en su nombre al arzobispo de Acapulco, Leopoldo González, por su secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin.
Y agregó: “A la vez que pide al señor conceda su consuelo a quienes sufren los devastantes efectos del huracán y ruega que incremente en la comunidad cristiana sentimientos de ardiente caridad para colaborar en la reconstrucción de las zonas afectadas”.
El Gobierno de México elevó este sábado a 39 el número de muertos, además 10 desaparecidos, por el huracán Otis, que tocó tierra el miércoles como categoría 5 en la ciudad de Acapulco, estado de Guerrero, sur del país, y que se intensificó en unas horas para convertirse en uno de los ciclones más potentes en la historia del Pacífico.
El reporte de víctimas ha sido lento ya que las autoridades no han llegado a todas las zonas afectadas porque prácticamente toda la Costa Sur de Guerrero quedó incomunicada durante cerca de 24 horas tras el impacto de Otis, que en menos de 12 horas pasó de ser tormenta tropical a huracán categoría 5, una intensificación histórica.